DIOS BONDADOSO

 

DIOS BONDADOSO

13-02-2023

Con el montón de males de todo tipo que hay es un poco difícil decir que Dios es todo bondad, pero a pesar de los pesares es así. Él quiere todo lo mejor, no digo del mundo, porque este en mayoría es malo, sino del Cielo, que allí todo es bueno. Repito una vez más, que lo que pasa es que nosotros no sabemos comprenderle, que si hay males en el mundo no es por su culpa, es por la nuestra, que no le hacemos caso, que hacemos lo que mejor nos parece y le olvidamos, sin más.

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El mayor bien, aparte los terrenales, es la salvación de las almas, cosa que nosotros parece que no sabemos lo que es, si no haríamos su voluntad, que no es nada más que amar a Él sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. Esto puede decir cualquiera que lo hace, que para él Dios es lo máximo y que ama a sus hermanos como a sí mismo, pero no es tan sencillo. Por ejemplo, si tú eres creyente y Dios te pidiera que renunciases a tu vida eterna ¿aceptarías?

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Ya ves que te lo pongo difícil, pues así es el camino que lleva a Dios. No tiene ni pizca de broma, es así como yo te lo estoy diciendo. Recuerda: “amaras a Dios sobre todas las cosas”, pues bien, el renunciar a la vida eterna es una de ellas. Que no te lo va a pedir seguramente, pero hay que estar preparad@ para cualquier cosa. Eso que te he dicho que si te lo pidiera Dios si se lo darías es muy fuerte, pero y si te pide que dejes a tu pareja y tus hijos, si los tienes: ¿los dejarías?, porque Jesús cuando escogía a sus Apóstoles les decía: deja o que estás haciendo, ven y sígueme, sin mediar más palabra.

Por todo esto es muy fácil decir yo soy creyente, lo difícil son los retos a que te expones siéndolo. Si de veras eres valiente, di: yo soy creyente, si no, mantente al margen, porque la vida no es tal es una guerra viva, que en el momento menos pensado, te puedes ver metido en ella y en la guerra o matas o te matan, no hay otra solución. Pues así es la vida del creyente. Es muy bonito decir: “yo soy creyente, hago oración, doy limosna, ayudo al necesitado…” y no sé cuántas cosas más. Todo eso es una nimies comparado con lo que te puede pedir su Padre que hagas en tu vida de creyente. Tú ponte en el lugar de Jesús, que siendo Hijo predilecto, le pidió la vida como hombre y aunque lo dudó en su momento tres veces, recuerda que decía: Padre aparta de mí este caliz.

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Todo esto siendo medio hombre, medio Dios, o lo que es lo mismo Hijo de Dios, nacido de mujer. Aun siendo así, Jesús dudó, cuando le iban a prender. ¿Darías tú la vida por Jesús o por Dios? Si la respuesta es negativa, no te consideres creyente. Resulta duro de aceptar, yo lo sé porque lo he vivido y aquí ando a trancas y barrancas intentando convencerme de que soy creyente.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.