DIOS ES PACIENTE

 

DIOS ES PACIENTE

23-01-2023

Fijaos si Dios es paciente que lleva miles y miles de años soportando nuestros devaneos, nuestro no hacerle caso, si bien el beneficio que Él nos propone, sobre todo después de venir Jesús al mundo, es para nosotros. Él se puede apañar sin nosotros, pero nosotros sin Él no. A duras penas podemos malvivir en este mundo que se nos muestra austero por culpa de nuestros pecados, de no hacerle ni pizca de caso. Dios sabe que ganaremos esta  batalla que tenemos entre manos con el demoni

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Si hiciéramos tan solo un poco de caso al Señor, las cosas no nos irían tan mal, entretanto que se salva el último grano sano de trigo de su cosecha, que somos nosotros y que nos resistimos a entrar por el aro de su Ley, que os recuerdo todos los días, pero que no hacemos caso de ella. Tan solo nos dirigimos a Él cuando nos vemos perdidos en un entuerto que no somos capaces de solucionar por si solos.

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Así no vale, hay que estar para las verdes y para las maduras, aunque yo creo que ni para las verdes ni las maduras y como Él nos hizo libres pues seguimos con nuestra cabezonada de no hacerle caso y así nos van las cosa. De mal en peor. Solo hay que echarle un ojo al mundo y como está, plagado de miserias por todos lados. En el primer mundo, tenemos, por lo menos lo bienes materiales que necesitamos, pero cada día las cosa se va poniendo peor y nosotros ni caso.

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Nos pensamos que es cosa del destino y que no tiene arreglo posible cuando está en nuestras manos la solución. Ya sabes: “ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. Su Ley es escueta, pero concisa. Bastaría de poner cada uno un poquito para hacer un mucho, que es lo que quiere Dios de nosotros, por nuestro propio bien. Somos cabezones a más no poder, nos creemos que Dios nos va a solucionar la papeleta, cuando eso lo tenemos que hacer nosotros, porque somos libres y estamos capacitados.

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Esperemos que la paciencia de Dios no se acabe y nos mande a todos al carajo, que no es ni más ni menos que lo que merecemos. Con la venida de Jesús al mundo los caminos se allanan un poco más para nosotros, porque nos habla clara y llanamente, como si de uno de nosotros se tratara. Pero aún así seguimos sin hacerle caso y el libre albedrío que ponen Padre e Hijo en nosotros sigue sin funcionar, porque ellos nos proponen la libertad, pero, a cambio de cumplir sus normas, cosa que no hacemos.

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No es tan difícil cumplir el mandamiento que  Jesús nos dejó, pero se ve que nos viene largo y no lo hacemos. Solo vemos que el mundo está mal, pero no acertamos o no queremos hacerlo de porqué está mal. Los más empecinados dicen que la culpa es de ellos, que nos tienen maldecidos, cuando la paciencia que gastan con nosotros es muy particular.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.