DIOS CELOSO
20-01-2023
Los celos de Dios no son celos, es celo, o sea cariño e interés
porque la persona que le ama y cumple sus Mandamientos, no se vaya a adorar a
otros dioses ajenos y malignos que hay por ahí. Lo de Dios no es celos de los
humanos que coiben a su pareja, no lo/a dejan salir, relacionarse con otras
personas, tener amig@s y en una palabra l@ tienen amarrad@.
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El celo de Dios es todo lo contrario, le da al discípulo
amado más libertad. Claro está que dentro de unas normas que son cumplir su Ley,
que es muy sencilla y os la he dicho muchas veces: “amar a Dios sobre todas las
cosas y al prójimo como a si mismo”. Si lo conseguimos seremos amigos de Dios y
el nos entregará su corazón, que es lo más bonito que hay en el universo.
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Celos y celo son palabras contrarias la una de la otra. Los
celos de los humanos, son malos porque no dejan libertad a su pareja, se cree
que se la van a quitar, no la dejan tener amig@s propios, la vigilan para que
no hable con personas extrañas a la pareja, no la dejan ponerse guapas, como a
ellas le gusta, pero no para provocar, si no porque a ellas les gusta, en
definitiva que quieren tenerla encerrada en una urna.
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Por celos, sobre todo los hombres, no dejan salir en libertad
a su mujer, le sacan falsos testimonios, discuten con ellas, incluso les pegan,
maltratan a los hijos de la pareja y en un arrebato de odio, pueden llegar a
matarles, hablando clara y llanamente. No hay injusticia más grande que esta,
porque Dios nos ha hecho libres, ¿porqué un hombre o una mujer le tiene que
quitar esa libertad a su pareja? Insisto que los hombres somos más celosos y a
la vez más infieles que las mujeres. ¿cómo se entiende esto?
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De ninguna manera porque los hombres somos muy egoístas (algunos)
y queremos a nuestra señora para sí mismo y a la vez, él se va de putas por ahí.
Ese es el celoso malo que acusa a su mujer de lo que hace él y luego llega a
casa borracho y la toma con su mujer y los hijos de los dos. Discute porque
cree que su mujer hace lo mismo que él y contra los chiquill@s no sé qué puede
tener, Envidia pura del que anda por mal camino.
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El celo de Dios es todo lo contrario a lo que estamos
tratando aquí de los humanos. Dios a sus hijos amados (que también quiere a los
malos), les da toda la libertad del mundo, pueden ir con y a donde quieran,
hacer y deshacer a su gusto, con una
sola condición, que le sean fieles frente a otros dioses, igual que un hombre o
una mujer quiere que le sea fiel su pareja.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.
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