AYUNO Y ORACIÓN

 

AYUNO Y ORACIÓN

12-01-2023

Es lo que pedía Jesús a sus discípulos cuando no podían hacer el milagro de curar aun tullido, una persona que estaba poseída por uno o varios demonios, que son las enfermedades, en definitiva deformaciones síquicas o físicas, que para cualquier médico son incurables, de por vida, vamos. Para cualquier no creyente, todo esto son boberías y a la mejor…

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…él/la están muy sanitos gracias a que el Espíritu bueno mora en ellos. Este tema es muy lioso, si no os gusta, no lo leáis porque os vais a hacer un lío y más incrédulos todavía.

El caso es que los milagros existen en nuestros días, lo que pasa  es que, muchas personas no los ven, poque tienen cerrados los ojos del corazón. El estar vivos y sanos, ya es un milagro, porque cuantas personas, prácticamente todas tienen algún  mal.

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Si se hiciera lo que Jesús decía mis amigas de la farmacia se iban a quedar casi sin clientes, porque la mayoría de los males serían sanados por arte de magia. ¿A que no me creéis? Pues esto es verdad como que cada día sale el sol por el Este y se pone por el oeste.

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Los que estáis  sanotes, preguntaros si no es un bien que de algún lado vendrá. Claro que no hay persona, de cierta edad, que no tenga algún achaquillo, pues esta que os cuento es la única forma de curar o aliviar a los más pachuchos, ancianos, tullidos, personas que sufren un mal congénito, que nadie sabe de dónde viene y a donde va.

Es muy sencillo, viene de algún pecado que ha cometido él o algun@ de su familia y él lo está penando en forma de enfermedad. ¿A que cada vez es más increíble mi historia? Pues, cada vez más, yo me aferro a la idea y os voy a dar la lata, hasta convenceros de que hay personas que pueden curar.

No son estos los santones, que dicen curar con las manos o con hierbas y luego te cobran. Los verdaderos curanderos no cobran por curar, si acaso un pedazo de pan, si no tienen que comer.

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Esta persona puede ser tú o puedo ser  yo, el caso, es que ahí están y, a lo mejor ni ellas mismas lo saben y van repartiendo “medicinas” en forma de cariño, de amor que, casi, no existe y es la esencia del milagro. Por eso que no hay AMOR VERDADERO, no hay casi, milagros. Los médicos me iban a matar si esto que pretendo, se llevara a cabo. Nadie sabe mejor que ellos, que con medicinas, los males, se alivian, pero no se curan del todo.

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Tranquilas mis queridas niñas de la farmacia, que esto no va a ocurrir ni hoy ni mañana, porque no hacemos ni ayuno ni oración, si acaso rezamos la misma letanía machacona, que no es lo mismo ni parecido.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ