A PESAR DE TODO
06-08-2022
Sigue habiendo buena gente, que te ayuda cundo lo necesitas,
que te cede el paso en un cruce complicado, que se para en los pasos de
peatones, sin dudar.
No son todos, pero los hay que, cuando te ven cargado, te ceden
el asiento en el bus, que se levantan ante la presencia de un anciano, una
señora embarazada o un señor con muletas.
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Es una breva, una aguja en un pajar, pero todavía hay gente,
que te ayuda cuando te ve necesitado, que te recoge una moneda que se te cae, amablemente.
En el supermercado, cuando te ven con una sola cosa, te dicen
que pases delante. También, cuando te subes al autobús, el conductor te recibe
con un saludo cordial.
No se ven estos señores-as, porque son muy pocos, pero haberlos,
los hay. Está ahí, a la vuelta de la esquina, deseosos de hacer un favor a
cualquier persona, desinteresadamente.
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También está el que se interesa por tus problemas, por tu
familia, si le has contado anteriormente, que están mal de salud. No se les
olvida tu preocupación por ellos.
Por el contrario, está el que solo mira por si mismo, que va
solo a lo suyo y no ve la situación del necesitado, que va humildemente por la
vida, sin meterse con nadie.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.
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