jueves, 5 de septiembre de 2019

EL TRABAJO


Dice un dicho “mira si es malo el trabajo, que tienen que pagarte para que lo hagas”. Esto es el colmo de los vagos y de los aburridos, porque trabajar, además de darnos dinero para todas nuestras necesidades, hace que la persona se realice, que se sienta bien por la tarea que realiza.
Si se trabaja en exceso, si es malo, porque atenta contra nuestra salud física y psíquica y no podemos disfrutar, por mucho que ganemos, de nuestro salario.
Es cierto que es malo, en algún sentido, porque el que paga, exige y nos hace realizarlo a disjusto, cuando a la mayoría de la gente le gusta hacerlo a conciencia, o sea bien, no con prisas y a lo loco. Esto hace que no estemos contentos con nuestro trabajo.
El trabajo, bien hecho, es sano, porque nos pone a prueba de lo que somos capaces de hacer, movemos el cuerpo, que también es sano y hace que no nos aburamos y no sepamos qué hacer.
Cualquier trabajo es bueno, porque, si nos gusta, disfrutaremos haciéndolo, nos relacionaremos con compañer@s, haremos amigos nuevos…Yo no concibo una vida, sin una tarea que realizar.
Desde jóvenes tenemos necesidades y para eso tenemos que trabajar, vamos que nadie te va a regalar el vil metal.
En una sociedad como la nuestra, globalizada y consumista, se necesita mucho. Si desde joven trabajas, tendrás que hacerlo duramente y si estudias una carrera universitaria, te la tendrás que pagar, siempre en el caso de que tus padres no sean pudientes.
Tampoco digo yo que trabajemos en demasía, porque para cuando tengamos 45 o 50 años, ya nuestro cuerpo fallará y no podremos seguir haciéndolo hasta nuestra edad de jubilación, que en España es de 65 años, más o menos.
La persona que le gusta su trabajo, no le pesa, lo hace a gusto y rinde más para su empresa. Él/ella está contento y sus jefes los aprecian y se portan bien con él/ella.
                                                   JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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