El vil metal hace que se mueva todo el mundo. Se trabaja por
dinero, se compra con él, vamos que sirve para todos los proyectos, que se
quieran realizar en esta vida.
Si no tienes dinero, no tienes opción a nada. Apenas si puedes
salir de casa, porque para cualquier cosa a la que quieras acceder, hace falta
dinero, sino no te dan nada y se precisa mucho en una casa de familia. Que si
comida, que si ropa, libros para los peques, que si productos de limpieza y
aseo y mil cosas más.
Yo creo que lo único que no tiene impuestos, todavía, es
salir a la calle, pero pronto los crearán. Todo lo que consumimos lleva sus
impuestos. Como para que los políticos no nos defiendan.
Es como una obsesión. Necesito dinero, todo vale caro y el bolsillo
del pobre da para poco, pero nos tenemos que apañar cada un@. Si tenemos más,
aún nos faltará, porque lo gastaremos.
Muchas veces, nos gastamos el dinero en cosas que no nos
sirven. Eso es derrochar y no está al alcance del trabajador.
Dicen que el dinero no hace la felicidad, pero ayuda. No
podemos comer, pagar los gastos de la casa: luz, agua, butano, seguro de
decesos, contribución, hipoteca o alquiler.
A los que tenemos un poco, todos nos piden, para café, para
comer y nosotros no somos un banco.
A todos nos gusta lo bueno, lo bonito. El dinero debe ser
nuestro servidos y no al contrario.
Cada domingo, nos gusta comer fuera, sobre todo si la mujer
de la casa trabaja fuera. Darle ese gusto y que ese día no tenga que
fregar los platos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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