sábado, 22 de junio de 2019

NO SOMOS NADA


En esta vida porque lo mismo que un día nacemos, con el pasar de los años irremisiblemente moriremos. Por eso no conviene complicarse la vida. A vivir que son tres días.
El dinero y las cosas materiales que poseemos nos hacen grandes, pero esta grandeza es efímera cuando caemos enfermos o tenemos un accidente. Aquel que era don Jaime se convierte en Jaimito y ya no tiene poderío en la vida. Es uno más. La amabilidad, la cortesía, la sinceridad hacen grande a este pequeñajo.
Una persona, ya sea un trabajador o un gran señor, nada tiene que hacer a la hora de la muerte. Los dos son iguales ante la circunstancia que va unida a la vida en la tierra.
Si somos creyentes, tenemos la esperanza  de una vida sin dolor y sin fin, pero si no lo somos, poco podemos esperar en este valle de lágrimas, que es la vida en la tierra.
Nos conformamos porque tenemos que vivir (algunos) y no nos falta nada material, pero estas cosas no son nada si no sabemos vivir y ser buenos ciudadanos y compañeros para nuestros hermanos.
Mientras somos jóvenes las cosas van bien, no pensamos en el futuro venidero, pero cuando avanzamos en edad nos damos cuenta que lo material importa poco. Lo importante es el amor, el cariño,  y el calor que podemos darnos los unos a los otros.
No hay cosa mayor que el amor que nos podemos tener, no solo a familiares, sino también a amigos y allegados. El cariño es grande como la vida misma y no morirá nunca. Si unos se van, otros vendrán en su nombre a agrandar este mundo de penuria que debemos elevar al Cielo.
Nada es imposible para valientes guerreros, si armas, que somos los hermanos. Nadie nos puede vencer.
Lucha siempre por un mundo mejor, más agradable y menos malo para todos sin excepción.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario