viernes, 7 de junio de 2019

LAS OBRAS PÚBLICAS


Son más necesarias que molestas, si bien estorban al tráfico y a los peatones. Pero debemos comprender que son necesarias. Meter tuberías de gas, de agua, de cables de electricidad, agrandar el saneamiento, renovar aceras, entre otras.
Muchas veces nos quejamos, sin razón, de que una calle esté temporalmente cortada al tráfico, que una acera esté cortada, que no se puede aparcar cerca de casa porque todo está en obras y no decimos que esas obras son para mejorar los servicios a los que se deben dichas obras.
Además dan trabajo al que carece de él, que son muchos y de muchos oficios o profesiones. Cuando están terminadas todos nos alegramos de que las hayan hecho, pero antes siempre criticamos.
Debemos ser comprensivos y facilitar a los operarios su difícil tarea expuestos a las inclemencias de tiempo y a la crítica de los vecinos que parece que no tienen otra cosa que hacer.
Cuando se rompe una cañería, por ejemplo, todos deseamos que la arreglen pronto, porque huele mal. Pues lo mismo debemos de ser para las obras que no comprendemos porqué se hacen.
Seguro que no es por gusto. Todo tiene sus motivos y sus razones, pero no van a venir a casa a explicárnoslas.
Cuando hacen algo que nos conviene, como asfaltar una calle que estaba llena de hoyos, no decimos nada. Solo hablamos para criticar. Debemos pensar: están haciendo obras. Algo estarán arreglando para nuestro bien.
No hay motivos ni dinero para hacer cosas por gusto. Nos aguantamos un poquito y todo resuelto.
Los responsables de estas obras saben lo que se hacen y más veces dejarán de hacer alguna, que hacer una por gusto. Todos ganamos cuando se ejecutan obras en nuestro barrio.
Debemos facilitar a los operarios su labor. No aparcando el coche donde estorbe a dichas obras, por ejemplo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario