sábado, 15 de junio de 2019

AMOR Y CELOS

El amor surge cuando una pareja se gustan por su forma de ser de vestir, gustos compartidos…y los celos aparecen cuando esos gustos se enfrentan y aparece el desamor.
No hay que confundir celos con celo, esto último es amor en el más amplio sentido de la palabra. Dios siente celo por nosotros y es porque nos quiere mucho, pero no es celoso.
A consecuencia de los celos viene la violencia de género, tan terrible como abominable. No se puede ser de una forma de novios y cambiar de casados, porque aparece la susodicha violencia de género, que tantas muertes, sobre todo en mujeres acarrea cada año y todo por un desentendimiento.
Hay personas que no diferencian celos de celo y es todo lo contrario. El celoso lo es porque no aguanta las costumbres de su pareja. El que tiene celo es porque quiere a su conyuge.
El celoso también quiere a su pareja, pero a la carta, como a él o ella le gusta que sea. Para eso está el periodo del noviazgo, para ver si son compatibles sus caracteres y gustos.
No se puede engañar a la pareja, que conste que los hombres somos más infieles que las mujeres, pero estas son más provocativas y esto no gusta al hombre, que si tiene que provocar a alguien, que sea a él.
No vale, por parte de las mujeres, el ir muy tapaditas de novios y de casados ir enseñándolo todo, porque esto no gusta al hombre.
Los hombres somos muy nuestros y no nos gustan las tonterías. Si la mujer quiere enseñar su cuerpo, que lo haga, que para eso es suyo, pero que lo haga siempre.
El hombre debe respetar a la mujer y si da un cambiazo, dejarla sola, que es lo que se merece.
El destino arreglará las desavenencias que puedan producirse en una pareja. No estoy yo a favor de la violencia de género. Si no se llevan bien lo mejor es separarse, pero sin violencia.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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