jueves, 23 de mayo de 2019

SILENCIO


Es lo que, a veces, deseamos en el mundanal ruido de coches, motos, camiones, autobuses y gente gritando. Un poco de silencio pido yo para poder poner en orden mis ideas.
La contaminación acústica es causa de muchas enfermedades, sobre todo mentales, que incluye desilusión, apatía, y falta de ánimo para llevar una vida normal.
Si se vive en una calle que transitan muchos coches, no se duerme bien. Incluso de noche tenemos ruido.
A los que tenemos depresión, nos viene bien un paseo por el campo, escuchando el trino de los pájaros en la soledad del campo que es medicinal para muchas personas.
La tranquilidad es buena para todas las personas, sobre todo las que están delicadas de los nervios, pero para las que no lo están, también viene bien un poco de sosiego en este mundo de ruidos, prisas…
Oir música relajante también es bueno para nosotros, porque tranquiliza, relaja y te lleva a otro mundo donde no hay prisas, jaleos y mal royito.
En este mundo manda el dinero y si no lo tienes, no tienes acceso a cosas de primera necesidad como la comida, la casa, el comer el aseo…
Dice la canción que la felicidad es no tener que trabajar, pero yo creo que de todo quiere el cuerpo, sin excederse, hay que hace cositas que te realiza y hace feliz. 
Después de una fiesta con los amigos, un poco de silencio, por favor, que necesito pensar en mis cosas, dar rienda suelta a mi imaginación y respirar tranquilo, sin ruido.
Lo mismo que, a veces, el cuerpo te pide marcha, otras te pide tranquilidad, sosiego, silencio para escuchar a mi corazón.
A veces, silencio, es felicidad, señal de que se está tranquilo, con uno mismo y con los demás.
                                                                                               JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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