Es a lo que recurrimos cuando queremos comprar una vivienda y
no tenemos el efectivo. Las dan a largo tiempo, pues la vivienda está cara y
los sueldos son bajos. Hay un regulador de la hipoteca que es el Euribor que
dice si sube o baja la cuantía de esta, según esté el mercado.
Es la única solución para adquirir una vivienda propia, que
no será en propiedad hasta que no paguemos la hipoteca, que suele ser a largo
plazo, quince, veinte o treinta años. Se paga un alto interés por la hipoteca,
que necesita avalista. Sino no te la dan.
Para un asalariado es la única solución para adquirir una
vivienda, nueva o usada, ya que no tiene medios para pagar tan altos precios.
Otra posibilidad es el alquiler, pero también van caros y son
problemáticos, porque el casero exige mucho y da poco. No se pueden hacer
reformas en el piso, sin consentimiento del dueño, hay que pagar dos meses por
adelantado y cuidar la vivienda.
Lo suyo es una hipoteca, que cuando la pagues tendrás una
casa en propiedad, mientras que si estás de alquiler, nunca tendrás nada.
Ahora la vivienda está al alza y valen caros los pisos, será
porque se ve un atisbo en la economía. Hay algo más de trabajo y los pisos
suben de precio en un mercado que parece salir de una profunda crisis.
El trabajo es la base fundamental de la economía. Estando la
gente trabajando se mueve todo el mercado y la economía florece para todos,
pobres y ricos que se ven beneficiados por el aumento del dinero disponible.
La hipoteca puede subir, pero si hay trabajo y suben los
sueldos, se sobrelleva el pago de aquella y todos podemos vivir, casarnos y
formar una familia nueva que enriquesca la sociedad, que está renqueante de la
fuerte crisis que parece va a desaparecer.
El trabajo es alegría para ricos y pobres, trae bienes
sociales a toda persona que realiza alguna actividad.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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