lunes, 6 de mayo de 2019

MATRIMONIO


En pareja hay que compartir todas las tareas. Depende del trabajo que tenga cada uno. Si el hombre trabaja doce horas, es normal que la mujer tenga que incar más el codo en sus tareas hogareñas. Si es esta la que trabaja duro, es el hombre el que tiene que ayudar mucho para llevar la casa para adelante.
Hombre y mujer, lo más importante es llevarse bien. Compartir, algo más que repartir, las tareas de dentro y fuera de casa. No es justo que la mujer trabaje doce horas y el marido ocho en su trabajito y ya está. Hay que compartir las tareas igualmente. Que también es duro estar doce horas trabajando en casa.
Matrimonio significa unión, para lo bueno y para lo malo. Estar unidos en concordia para lo que haga falta. La casa implica mucho, los niños, la limpieza, el lavado de la ropa, el planchado, hacer la comida, fregar los platos, hacer las camas y miles de tareas, que hacen nuestras féminas y que no se les reconocen.
El casarse significa compartir y no tener a la mujer como un objeto más de casa. Son personas como nosotros y merecen el cariño y el calor de su marido, que la debe tratar como a sí mismo. Si ella no trabaja fuera de casa, los domingos hay que invitarla a comer fuera y descargarla ese día de las tareas del hogar. Si trabaja fuera, con más razón, hay que ayudarla con los niños, el colegio y miles de tareas que genera el hogar.
No vale el sentarse a la mesa y que te pongan todo delante. Hay que colaborar con esas mujercillas que dedican su vida a su familia, por ejemplo, fregándole los platos un día dado y no ver tanto la televisión, que es malo para el cuerpo.
Matrimonio es unión para lo bueno y para lo malo. Hay que cuidar al conyuge, como si de un niño se tratase, ayudándole en todo lo que buenamente podamos.
Hay parejas que se las arreglan muy bien. Se reparten las tareas del hogar y las del trabajo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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