martes, 14 de mayo de 2019

QUE ME REGALEN


Como a ti, a mí me gusta que me regalen, sobre todo si tengo necesidad de alguna cosa. Como me gusta que me regalen, yo también regalo, para complacer a mis amistades. Eso es empatía, con palabras modernas, que son lo mismo que las antiguas.
Hace poco, un buen amigo mío me ha regalado un dinero que me hacía falta, cosa que le agradezco de corazón. Me ha sacado de un apuro grande, porque estaba sin blanca y él, generoso a más no poder, me dio el dinero que necesitaba, cuando él no se mete en asuntos monetarios.
Si te gusta que te regalen, tienes que regalar tú también, porque sino no cumples con la ley y lo quieres todo para ti, lo que no está nada bien. Hay que corresponder a las dádivas que nos hacen, sino somos unos aprovechados.
El que menos tiene, muchas veces, es el que más da, porque de lo poco que tiene se priva, para dar algo al más desfavorecido. Hay que rascarse el bolsillo y dar un poco de limosna a quien nosotros queramos, que nos será devuelta con bienes morales o en salud.
Sin ningún motivo aparente le hacemos un regalo a un amigo nuestro, él nos lo agradecerá con el alma, que es la gracia más bonita que tiene el ser humano. Rico o pobre, feo o guapo, alto o bajito, blanco o negro…
No nos olvidemos que a nosotros nos han regalado  la vida, que es el bien más grande que tenemos. Siendo así ¿Porqué no nos desprendemos de un poco de dinero para un pobre necesitado?
Cada uno ha de ver qué hacer con sus posesiones. No soy yo nadie para decírselo, pero si le digo que se adelanta más dando que recibiendo. Ambas cosas son necesarias en esta vida.
Hasta los vicios son algunas veces necesarios, por despecho a una vida que no nos trata como sería justo.
Aprende a dar ese poquito que te sobra y serás más feliz en la vida, más dichoso, más alegre…
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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