Son kioskos en la playa donde puedes tomarte una cerveza o un
refresco entre baño y baño en el agua. Son pequeños restaurantes a la orilla de
la mar, donde lo mismo te puedes tomar una tapa que un buen espeto de sardinas
a la brasa.
Hubo un tiempo en que quisieron quitarlos, pero son un
aliciente para el turista y el ciudadano de esta bella ciudad. No son muy
higiénicos porque están al aire libre, pero dan un servicio que para sí lo
quisieran grandes restaurantes.
Al aire libre, en la barra o en una mesa puedes degustar
sabrosas tapas y pescaito frito, que no se lo salta un galgo. Son pequeños
restaurantes que funcionan solo en época estival, porque en invierno no hay
quien vaya por allí.
Los hay en todas las playas de la provincia y por un poco más
de dinero, te puedes saborear estupendas tapas, que en otro sitio no las
encontrarás. Son los reyes de la playa. Quién sino te va a servir una cerveza o
un vino frío a los pies de la playa.
L@s camarer@s son la mar de agradables y lo mismo te sirven
un vino que una tapa de calamares, alumbrados por el sol del verano que aquí,
en Málaga, brilla con un especial fulgor.
Los bañistas pueden reponer fuerzas en uno de estos chiringuitos,
repartidos por toda la provincia. Son famosos en el mundo entero por la
publicidad que nos hacen los turistas, que quedan maravillados por las
exquisiteses que en ellos se sirven.
Desde Almería hasta Cádiz los encontrarás en los bordes de
las playas, sirviendo toda clase de tapas, hamburguesas y bocadillos y es que
la playa da hambre y entonces echamos manos del chiringuito más cercano para
saciar nuestro apetito.
Los niños disfrutan de un buen baño y los padres los vigilan
desde el chiringuito, que no les vaya a pasar nada. Es una forma de turismo que
tenemos en Andalucía e imagino que en España entera.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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