Es el pájaro más bonito, de plumaje y de canto, autóctono de
la Península Ibérica. Sus colores, entre verdoso y amarillo le hacen vestir un
traje de lujo para un pájaro de canto que enamora.
Vive en libertad, cuando lo dejan los cazadores furtivos. En
toda la Península y es el rey del canto, aparte el canario que es originario de
las islas del mismo nombre.
En libertad está más bonito que enjaulado, porque a nadie le
gusta estar preso. Junto con la perdiz son los pájaros más bonitos de canto y
de plumaje de toda España.
El jilguero hace su nido en los árboles y lo recubre de
algodoncitos que encuentra por el campo, para que sus hijos vengan al mundo en
una cómoda cuna fabricada por sus padres.
La perdiz hace su nido en el suelo y pone muchos huevos hasta
14 o 16. Cuando nacen los perdigones salen corriendo para evitar depredadores
entre ellos el hombre que se desvive por coger uno de estos polluelos, para
que, cuando crezca, cante su bonita melodía para regocijo del hombre, que no tiene
escrúpulos, pues en el campo mata a los padres de una especie que está por
desaparecer.
El jilguero es nuestro protagonista y todos los piropos que
se le puedan echar son pocos, porque es bonito a la vista, con sus bellos
colores y al oído con melodioso y atractivo cante.
Tanto el jilguero como la perdiz deberían estar protegidos
por la ley, pues están a punto de desaparecer.
La carne de la perdiz es inigualable, por eso los cazadores
la buscan con afán. Es una gallinácea, pues su cuerpo es casi como el de una
gallina, que vive en el monte bajo. Andalucía es la cuna de la perdiz, que se
refugia por los montes y con su corta volada, esquiva a los cazadores, que
buscan un plato preciado en nuestra cocina hispánica.
El jilguero no es ave de cazar para comérsela, es un pájaro
de canto.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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