Es Sumamente agradable para muchos de nosotros. Lo importante
es que no sean convulsivas, o sea, cosas que nos hacen poca o ninguna falta.
Siempre que nos lo podamos permitir, es agradable renovar la ropa vieja o rota,
los zapatos, las cosas de menaje para el hogar, la ropa de cama, el mantel…Todo
ello cuando el antiguo esté en desuso.
Por lo general, a las mujeres les gusta más ir de compras. Se
juntan dos o tres, familia o amigas y se van a la zona elegida para comprar. Lo
mismo que les gusta más comprar, compran más cosas que no nos van a servir para
nada o casi nada.
Los que saben o pueden esperar, aguardan a la época de
rebajas, que se pueden conseguir las mismas cosas muy rebajadas. Pero ojo, no
hay que hacer caso a la publicidad porque es engañosa. Dicen en tal tienda todo
a mitad de precio.
Si, a mitad de precio y de calidad, porque son muy listos y
hacen ropa y calzado especial para las rebajas. Parecen los mismos pero no lo
son. Por eso es mejor comprar en la tienda de calidad.
Te cobran un poco más, pero te llevas las prendas, las cosas
buenas y no de baja calidad, especiales, como he dicho para rebajas.
Hay que tener buena vista y aun así te engañan.
Yo he estado hoy comprando, pero he comprado prendas de
calidad. Le rebajan solo unos euros y no el cincuenta por ciento, pero me he
traido una camisa y un jersey que valen la pena.
Habemos hombres que también nos gustan las compras, que no
nos tenga nuestra esposa o madre que comprar la ropa, sobre todo que
necesitemos. No se sabe a quién engañan
mejor si a los hombres o a las mujeres.
Yo, por mi parte, pongo todo el empeño en que no lo hagan.
Lo más bonito sería que cada hombre fuese con su mujer y los
niños a comprar, en temporada de rebajas, lo que necesitan cada uno. Los niños
primero, después los papás.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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