Son las personas que van diciendo una cosa y luego hacen
otra. Tod@s alguna vez nos equivocamos y prodigamos que se debería hacer esto,
pero luego hacemos lo otro.
Yo, en particular, digo muchas cosas en mis escritos. Tendría
que ser un super-hombre para cumplirlas todas. Ningun@ somos perfectos y
queriendo o sin querer decimos cosas que no hacemos.
Pero, pelillos a la mar, los que son malos son los que no dan
una, se tiran todo el día hablando con sus amistades e incluso con su familia,
de ideales correctos y luego no cumplen ninguno.
Si hipócrita te parece una palabra rara, se pude usar otra
más sencilla, mentira o engaño, que son más o menos la misma cosa.
Se dice que se coje antes a un mentiroso que a un cojo, y es
cierto, porque él mismo un día te dirá una cosa y otro día lo contrario, según
le convenga en la conversación que estáis teniendo.
El mentiroso es convulsivo, o sea que disfruta diciendo cosas
que ni él mismo se cree. Le gusta el royo y como de la verdad a la mentira, en
principio hay un paso, pues sigue liando a la gente de buen hacer y mejor
sentir.
Hay un paso, si, pero cuando se descubre la verdad, hay un
mundo, donde se enfrentan lo cierto y lo incierto. Muchas veces, la persona perjudicada
se calla, porque tiene más vergüenza que la otra. Sin embargo las cosas no
quedan ahí, pues el otro puede necesitar de este y tiene que descubrir su
mentira para conseguir el favor que necesita de él.
Muchas veces decir la verdad es difícil, porque nos pone en
evidencia, pero si somos personas normales, correctas y no tenemos nada que
ocultar, no tenemos nada que temer. Con la verdad por delante se va a todos
sitios y se es bien recibido por todos.
La verdad es sana y nos hará libres. Lo incierto es sucio y
pordiosero. Elije tú mismo lo que quieres ser en la vida, si la verdad o la
mentira.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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