Nos traen los cajeros automáticos de los bancos y las
máquinas de todos los servicios públicos. En mi banco han cambiado de cajero
tres veces en pocos meses. Así no hay forma de entendernos.
Todo por ahorrarse un sueldo y ganar la entidad más dinero.
La persona que no sebe apenas leer y escribir, no se entiende con estos
cacharros modernos. Son muy prácticos, pero amigo hasta entenderlos, suda uno
la gota gorda.
Las personas mayores tienen que ir al banco acompañadas de
alguien que, medio entiendo estos artilugios.
Decía que son prácticos porque te permiten sacar e ingresar
dinero a cualquier hora cualquier día, pagar los recibos de la luz y agua,
pagos a la seguridad social, te da la máquina comprobante del servicio que has
hecho, te da los billetes de 5, 10 o 20 según tú los quieras, te pone la
libreta al día y muchas cosas más que yo no entiendo todavía.
Las máquinas más avanzadas son, como no, las de los bancos,
pero también las hay en correos, en los hospitales, en la seguridad social, en
hacienda, en diversos servicios médicos y muchos sitio más.
Los más jóvenes, medio nos las arreglamos, pero los más
mayores no entienden ni entenderán nunca estas máquinas, ya que como he dicho,
apenas saben leer.
Para cobrar la pensión, tiene que llevar algún familiar que
le haga la gestión.
El mundo se está robotizando. Esto es, a medias bueno, porque
cada vez las máquinas son más modernas y hay que estar al día para cualquier
operación, que tengamos que realizar en cualquier sitio público.
Es bueno porque dan un servicio, incluso sábados y festivos o
de noche que no podrían dar las personas.
Yo me las arreglo bastante bien, porque soy el que arregla
todos los papeles de la casa.
Cuando no sé una cosa, pregunto a cualquiera, que si sabe, me
guía.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario