Para ello lo primero que debes tener es un gran
convencimiento de que quieres dejar el tabaco, de una vez y por todas.
Necesitas ser consciente del daño que el tabaco hace a tu cuerpo y también lo
caro que vale. No tener miedo al síndrome de abstinencia.
Debes tener apoyo en personas que te aconsejen bien, que ese
es un vicio muy malo y que ellos te ayudarán en los momentos difíciles (Dándote
ánimos, confiando en ti y en que eres capaz de hacerlo).
Cuando decidas que vas a dejar de fumar, empieza reduciendo
el número de cigarrillos diarios, hasta que te fumes solo unos cuantos al día.
Entonces tú eres el que pone el momento en que ya no vas a probar el tabaco
nunca más.
Los primeros días son difíciles, pero no imposibles. Te
puedes ayudar chupando caramelos o masticando chicle, pero de los normales.
Nada de productos químicos, que tienen nicotina y no sirven para dejar de
fumar. No te gastes el dinero en una cosa que te hace adicta a ella. No fumarás
cigarrillos pero si percibirás la nicotina en tu cuerpo, en forma de chicles o
parches.
Se te hará difícil, pero si no bebes alcohol, ni café, ni té.
Ni chocolate y sus derivados, que contienen cafeína, si no abusas de las
patatas que contienen nicotina, no comas en exceso, come futas y verduras
crudas, mastica bien los alimentos, come frutos secos sin tostar, poca sal y
especias, nada de dulces ni chucherías.
Aunque parezca mentira, no puedes abusar del sexo, porque te
da ganas de fumar.
Procura estar entretenido todo el día, para acordarte menos
del tabaco. Cuando no puedas aguantar, recurre al caramelo o al chicle, pero
sin tenerlos todo el día en la boca, pues te quitarías de un vicio y tomarías
otro.
Hay cursillos impartidos por la seguridad social, que te
pueden ayudar, pero si tú no estás completamente decidido, no dejarás de fumar
nunca, porque el tabaco es muy adictivo y gusta mucho fumarse un cigarrillo.
Estarás unos días, semanas o meses sin fumar, pero al final
volverás a caer. Tú y solo tú es el que se va quitar del tabaco.
Hace falta mucha fuerza de voluntad, ya que el tabaco es muy
adictivo a la mente y refuerza la memoria. Yo lo he intentado varias veces sin
éxito, pero esta vez la cosa va en serio. Soy consciente de que soy fumador
(pasivo) para toda la vida. El que no se quita es porque no quiere hacer un
esfuerzo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario