LO VERDE

Si se trata de plantas comestibles, nos las comemos. Si son árboles frutales, nos comemos su fruto, que son fundamentales para nuestra alimentación. Si son plantas o árboles que no dan fruto, son alegres a la vista y olfato, sirven para curarnos y todas nos dan oxígeno para respirar.

Debemos procurar que no se quemen los bosques, porque en este mundo,  cada vez más contaminado, las plantas son las únicas que producen oxígeno para respirar, en la fotosíntesis.

Los bosques siempre han estado ahí. Nadie los riega, ni abona o cuida. Sin embargo son millones de plantas y árboles que, de día, producen el oxígeno que tanto necesitamos para respirar. Los pinos producen ozono que es oxígeno con tres valencias y las demás plantas lo producen con dos.

Por eso debemos cuidar al máximo nuestros bosques, que son fuente de vida. En ellos hay encinas centenarias, que arden fortuitamente y, a veces, por la mano del hombre.

Una vez quemados, los pinos no valen para nada. Los talan para para producir papel para diversos usos, como para hacer revistas, periódicos, envasar comida y para el uso doméstico. También sirven para hacer muebles.

El verde, de niño, era mi color preferido, porque es sinónimo de vida. Ahora me gusta el azul cielo. Me encanta el campo y los animales que viven en él, son vida sana y alimento para las personas.

Los bosques son bonitos y sanos para pasear tranquilamente, respirar aire puro, que es medicinal, sobre todo para los que padecemos algún tipo de enfermedad mental, stress, depresión, ansiedad…

Los animales se alimentan de la yerba y nosotros nos los comemos a ellos o bebemos la leche de vacas, cabras, ovejas, o bien hacemos queso con ella.

El día que desaparezca lo verde del campo, desaparecerá el mundo, porque sin él no hay vida. La mayoría de las plantas que comemos las tenemos que cultivar, regar, abonar y quitarle las malas yerbas, o sea labrarlas….

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.