Cuando piensas que lo tienes dominado, te entra un síndrome
de abstinencia horrible, que te lleva a coger un cigarrillo y esa es tu
perdición, porque si fuera uno, pero no, después de ese viene otro y otro,
hasta que acabas como al principio.
Yo he intentado dejar de fumar varias veces: una estuve
diecisiete días, otra un mes, otra dos meses y ¿cómo se explica que después de
ese tiempo se vuelve a fumar de nuevo? Pues muy sencillo, el tabaco tiene
cientos de productos adictivos que te hacen volver a él y con más ganas si cabe
en el tema de la adicción.
Hay personas que se conforman con unos cuantos de cigarrillos
al día, otros necesitan un paquete y hay quien se fuma todo lo que pilla.
Los jóvenes empiezan a fumar a edad muy temprana. Cogen un
cigarrillo, les gusta y acaban siendo fumadores natos, tanto muchachas como
muchachos. Como vale caro, lo compran de liar o de contrabando, peores si cabe.
Unos fuman para no engordar y los más porque les gusta y
punto. El tabaco mata lentamente, te hace toser, esputar, pierdes el gusto y el
olfato. No ganas para tabaco, ya que está muy caro. Te irritas fácilmente si te
falta.
El que lleva años fumando es muy difícil que se quite. Lo
puede intentar, yo no le quito las ganas, al contrario, lo animo y si lo
consigue puede decir que es un campeón.
Detrás del tabaco vienen los porritos de cannabis y así hasta
hacerte un tirado, un vicioso que nadie quiere. Seguramente también le gustará
el alcohol y vive para los vicios, que se lo comen por dentro.
Tener tu coche, ir a la playa ir al campo, comer en un
restaurante, pues de todo eso prescinde por tal de beber, fumar y si pilla algo
más fuerte, también.
Yo, desde aquí, animo a todo el que pueda dejarse de
tonterías a vivir sanamente con su familia, que le necesita mucho.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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