viernes, 26 de julio de 2019

LA CACERÍA


Cazar es un deporte a extinguir por falta de piezas que abatir. En terreno libre apenas las hay, en los cotos echan perdices de criadero para que no se pierda la afición.
Las piezas más buscadas son la perdiz, el conejo y la liebre, pero, como digo, hay pocos animales que cazar. También está el jabalí. Para cada animal se necesita un tipo distinto de munición. Para el zorzal, plomo del 10, para la perdiz, el conejo y la liebre del 7 y para el jabalí, balas.
Yo tengo familiares y vecinos que son cazadores, pero cada vez van quedando menos, porque no basta con tener escopeta y munición, hay que tener licencia, seguro de accidente, pagar el coto de caza…
Yo mismo fui cazador, pero es un poco aburrido echarse al monte, con la esperanza de abatir alguna pieza, que quizá no veas ninguna. Tendría que pagar un coto y desplazarme donde este esté. En provincias de Córdoba, Sevilla, fuera de Andalucía…Y todo esto cuesta dinero y esfuerzo.
Yo, de niño, cazaba pajaritos pequeños (cosa que ya está prohibida por estar en peligro de extinción). Me iba por huertas y cañadas y armaba mis trampas. Ponía como sebo aluhas, que son hormigas con alas.
Todos los días cogía unos cuantos, yo los desplumaba y mi madre me los freía, acompañados de un huevo. Es una carne muy preciada, vamos que está muy buena, tanto la los pajaritos como como la de animales más grandes.
Hay que ser aficionado para ir de cacería, sino te aburres y no disfrutas de la caminata por el campo, con perros que se necesitan para los conejos y la paciencia que hay que tener para buscar las piezas.
La época de cazar es el otoño-invierno, pero existe lo que se llama el desconeje, que es antes de que los conejos empiecen a padecer la mixomatosis, enfermedad que contraen al final del verano a través de un virus que echó un señor, cuando había muchos y se comían su cocecha.
Ya no me gusta cazar. Me da lástima matar a los pocos animales que quedan
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario