Me encuentro en la Asosiación Al Farala porque no viene nadie
por aquí. Yo llego, enciendo el ordenador, escribo mis textos, los publico en
Facebook, los guardo en un pendroit que tengo, se los mando a mis contactos y
los imprimo para tener una copia en papel y cuando termino, cierro y me voy
para casa sin haber visto a ningún compañer@.
Es un poco triste y eso que a mí me gusta la soledad, el
venir desde tan lejos y no poder hablar con nadie ni compartir un ratito de
ocio en comunidad, con los amigos que son muchos, pero que dicen que les
resulta difícil venir por aquí.
Mi único consuelo es que mis contactos puedan leer lo que
escribo con tanto cariño para tod@s y que me gustaría que los leyesen todos y
comentarlos, los fallos que puedan tener, la posibilidad de escribir sobre un
tema dado.
Como no le busquemos una solución a esto llevamos mal camino
porque hoy por hoy Alfarala es para mí solo, o al menos cuando yo vengo no hay nadie.
Antaño asistíamos a las reuniones y nos juntábamos más de
veinte y ahora ya no viene nadie. Para mi es duro decirlo, pero todo esto
empezó cuando nos trasladaron a la Colonia, que está alejada del centro.
Mucho peor va la cosa desde que estamos en el Puerto, sin
monitor. Si tenemos un problema, nos las tenemos que apañar por nuestra cuenta.
No hay nadie que se responsabilice de abrir y cerrar a una
hora las oficinas y por eso la gente no viene nunca, porque temen irse de
vacío.
Nos tenían que buscar una oficina más cerca del centro.
Entonces si que iría la gente. Es que hay que coger dos autobuses para venir
aquí y a mí no me cuesta nada, pero el que tenga que pagárselo de su bolsillo,
le supone un pico grande, a pesar de los bono buses.
Confiemos que con el tiempo, los responsables se den cuenta
del fallo y nos trasladen más cerca del centro para todos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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