Son las más fieles cuidadoras de sus retoños. Aunque tengan
50 años, son sus niños y como tales los quieren y los miman. Aunque tenga 3 o
6, los quieren a todos por igual. Son las más fieles y leales veladoras del
bien de sus niños.
Desde el más pequeño al más grande, lo cuidan como a su bebé,
aunque esté ya crecidito. Son muy sufridas porque se desviven por cualquier
cosa que le pueda pasar a sus hijos.
No tienen distinción de sexo ni edad, para ellas son todos
sus hijos queridos y no los cambiarían por nada. Sufren en silencio los
problemas de sus hijos y se desviven porque tengan todo lo que necesitan,
aunque se lo tenga que quitar de sí misma.
Que nadie ofenda a sus hijos que, como leona vendrá a
defenderlos y a luchar por su honor, que es el más alto en una escala del 0 al
100, porque son sus hijos del alma.
No encontrarás una madre mala, que no vele por sus niños,
todos son buenos, cada uno a su manera, pero con garra fuerte. Que nadie ofenda
a sus hijos, que son los mejores del mundo.
Puede que en un momento dado, madre e hijo no se entiendan,
pero la madre pasará la mano en señal de amistad y todo quedará solucionado al
instante.
Los que no somos buenos somos los hijos para las madres, que
las tratamos de cualquier manera y no les tenemos el respeto debido a la que te
dio a ti el ser de hombre o mujer.
Di mamá necesito tal o cual cosa y si la tiene puedes contar
con ella. Si tiene un dinerito, no es para ella, es para la casa, para comer y
vestir todos sin diferencia.
Siempre miran más por el más apocado, por el más débil.
No te metas con mi madre, que mujeres hay muchas ya ti te
encontré en la calle.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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