Nadie lo conoce con certeza, pero por las cosas que van
ocurriendo se puede adivinar, más o menos lo que nos va a deparar. Nadie es
adivino, pero sobre todo los ancianos vienen a predecir lo que ocurrirá en un
futuro próximo, por intuición.
Sería fantástico saber lo que va a ocurrir mañana, porque de
esta forma podríamos anticiparnos a los acontecimientos y no cometer fallos,
que tenemos todos por no saber lo que se nos aproxima.
Es normal que no sepamos lo que va a ocurrir. Nadie predice
el futuro de una forma certera. El mundo no sería el mismo, porque sabríamos lo
que vamos a encontrar detrás de la esquina.
Hay gentes que echan las cartas y te dicen lo que va a
ocurrir en un futuro próximo, pero estos adivinos no son otra cosa que brujos
que te dicen lo que tú tienes en la mente, en la que entran por artes no
fiables. Son poco o nada en el mundo de la adivinanza.
Es muy bonito decir pues el tiempo que se avecina va a ser
malo o de bonanza, pero quién sabe eso, nadie.
A corto plazo y cualquier persona que lo piense bien, se
pueden predecir algunos acontecimientos como, si no llueve, tendremos sequía,
si llueve mucho, el año será de bienes y cosas así.
A largo tiempo, nadie sabe lo que va a ocurrir. Puede decir
una persona lo que quiera, que lo más seguro es que no tenga razón. Ni los
meteorólogos saben son precisión lo que ocurrirá el año que viene.
El futuro es incierto, nadie tiene razones para decir lo que
la vida nos va a deparar. Le quitaríamos el puesto a Dios y sus Ángeles, que
ellos si saben con certeza lo que ocurrirá mañana, pasado mañana y siempre.
Todos deseamos que el futuro sea mejor mañana y ahí si que
podemos hacer algo por que cambie, con nuestro comportamiento. Ayudando a los
demás, construiremos un mundo mejor, más humano, más agradable, más certero.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario