miércoles, 19 de diciembre de 2018

PERICIA


Es la palabra que mejor define la labor que desarrollan los profesionales de cualquier oficio, en especial la conducción. Están atentos a su trabajo al 100% y lo hacen con arte.
Los trabajadores hacen su misión con gusto. Un albañil, un fontanero, un electricista, un conductor, un médico o cualquier otro oficio, es su pasión y lo hacen, más que por dinero, por vocación. Desarrollan su tarea sin pesarles el esfuerzo, porque les gusta lo que hacen y disfrutan con ello.
Cada minuto de su tarea es un rato de goce para su alma. Trabajan con paciencia y celeridad, con ingenio y sabiduría, sabiendo que lo que hacen es un bien para la humanidad. No les pesa, repito, lo que hacen porque les gusta y disfrutan con su trabajo.
Yo era conductor y lo hacía con desden, sin importarme las normas de la empresa. Disfrutaba conduciendo mi camión o autobús por esas calles y carreteras de España, poniendo todo lo bueno que hay en mí.
Ahora me dedico a escribir y, para mí, es un arte que viene a mí con una fluidez increíble. Mi pluma se desliza sobre el papel con mucha facilidad. Tengo 600 o 700 artículos y no me faltan temas, que ya es difícil.
El que no tiene arte, no sabe trabajar en ningún oficio. Hay que ser pacientes, improvisadores, sencillos y sobre todo tener amor por lo que se hace sea lo que sea. Sino no sale bien y te agobias, reniegas de tu trabajo, que es el pan de tu familia.
Todo oficio requiere su sabiduría y su práctica. No vale ponerse porque si y hacer una mamarrachada. Hay que dedicarse con ilusión. Hay que trabajar bien y con ainco y poner el corazón en lo que se hace y ser feliz en tu puesto y respetar a los jefes.
Hay que pensar con la cabeza y trabajar con las manos, que nos las han dado muy completitas.
Hay que poner todo el empeño del mundo en lo que se hace y hacerlo bien y con cariño a los demás.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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