viernes, 28 de diciembre de 2018

DÍA DE LOS INOCENTES


Hoy es el día de los inocentes, enfermedad congénita que tienen muchos niñ@s al nacer. Nada tiene que ver con la enfermedad mental que, por lo general, es adquirida y puede ser tratada y controlada por medicamentos, al contrario con la inocencia, que no tiene remedio. Las dos son de por vida, pero distintas.
Nadie sabe el porqué de ninguna de las dos, quizá la mental es por el estrés  de esta vida, consumista y sedentaria a la que no se adapta el individuo que la padece.
Algunos aprovechan este día para gastar bromas y decir: “inocente, inocente”, cosa de mal gusto, porque los inocentes son personas también y tienen sus sentimientos, lo que pasa es que viven en su mundo, aislados y sin saber bien lo que pasa a su alrededor.
Jamás se me ocurrirá reírme de un inocente, debe ser un conciudadano nuestro, que tiene la desdicha de estar enfermo. Dependen de su familia para casi todo, aunque los hay más y menos graves, que deben cuidarlo según sus necesidades.
Los hay menos graves, que andan vagando por las calles buscando su vida, pero que no tienen ni un pelo de tontos. Normalmente no tienen vicios como nosotros. Algunos tienen una pequeña paga del estado, otros se buscan la vida pidiendo o ayudados por su familia.
Los más graves tienen que ir acompañados por algún familiar, porque no se dan cuenta de las cosas y los pueden engañar o atropellar un coche. Son los llamados dependientes, que no se dan cuenta de las cosas.
Es una desgracia como otra cualquiera, para ellos sobre todo y para su familia, que sufren con un hij@ enfermo de nacimiento, que no sufre porque vive aislado en su mundo, pero no es ajeno al dolor.
Dios los quiere como a otra persona cualquiera y su alma irá al Cielo, ya que no son pecadores como nosotros.
Si ves a uno, ayúdale, que también es hermano tuyo y mío.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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