jueves, 6 de diciembre de 2018

EL PERDÓN


Es el don más bonito que puede tener una persona. Si no perdonamos las faltas de los demás: ¿Cómo vamos a querer que nos perdonen a nosotros? Porque todos somos imperfectos, más o menos y no podemos decir ninguno que somos buenos. Todos cometemos faltas.
El que perdona merece ser perdonado y por tanto necesitamos ser perdonados, siempre que no seamos reincidentes y una vez perdonado, 7 veces comete la misma falta.
Aun así merece ser perdonados, pero hemos de advertirle que no lo haga más, que procure llevar un camino recto y normal de cualquier persona dada, que somos todos.
Si alguien te ofende, pero arrepentido te pide perdón, perdónale. No te arrepentirás y tendrás un tesoro en el Cielo, que nunca falla y que te pagará con creces el esfuerzo realizado.
No te aproveches de la bondad de las personas, porque el que menos te lo esperas te puede dar un disgusto. Que todos somos buenos, pero no tontos. He aquí el quis de la cuestión.
Si te piden un favor, concédelo, que te lo agradecerá siempre y tendrás un amigo para lo que haga falta. Otra vez te puede hacer falta a tí y alguien te lo concederá.
Si alguien te pide un cigarrillo, dáselo, que puede que algún día te quedes sin tabaco y alguien te socorrerá. Lo mismo si te pide una limosna, dásela, que puede que algún día la necesites tú y alguien, a buen seguro, te la dará.
Espera con paciencia al rezagado, que puede que algún día seas tú el que quede atrás y alguien te habrá de esperar.
No seas envidioso, que cada uno tiene lo suyo. Confórmate con lo que tienes y serás una persona de bien y todo el mundo te querrá. No desees los bienes del prójimo.
Perdona siempre a todo el mundo, serás un hombre de bien y la gente te querrá.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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