jueves, 14 de febrero de 2019

UN DÍA CUALQUIERA


Puede ser un gran día si te lo propones con afán. Basta con levantarte decidido a que las cosas de cada día sean especiales. Se levanta un@, se ducha, se afeita, si uno es un hombre, desayuna y sale a la calle, con una sonrisa en los labios, dispuesto a que sea algo especial.
Todo es cuestión de pensar que las cosas no van a salir mal. Claro está que todos nuestros proyectos no pueden salir bien, pero si ponemos un poco de nuestra parte, la mayoría saldrán bien.
Si vas al trabajo, has de pensar que vas a ganar el sustento de tu familia, que es lo más bonito que tienes. Ante algún problema en este, con solo conservar la serenidad es suficiente. Hablando con tranquilidad y respeto, todo se soluciona.
Ya sé que los trabajos tienen sus más y sus menos, sino no serían trabajos, serían hobbies, que es por lo que los debemos tomar. Si se tiene vocación, eso está hecho.
La vida esta causa mucho stress: los niños que hay que llevarlos a la escuela o la guardería, luego el trabajo, las cosas de casa (si eres am@ de hogar), la compra, que si eres de turno de trabajo partido te ocupa todo el día, sino tienes que empezar muy temprano o si estas de tarde, terminas muy tarde, las empresas exigen muchos…
Si estas jubilado, tienes que buscarte un entretenimiento para no aburrirte. Normalmente damos un largo paseo por la mañana temprano, saludamos a los amigos, hacemos la compra.
Tomamos un café, un descafeinado o una infusión y el que se lo puede permitir, desayuna en el bar, el que no, toma solo el café.
El caso es disfrutar con lo que se hace y no discutir con nadie. Si se te presenta un problema, soluciónalo hablando.
Si el contrario no se viene a razones, no le hables y sin irritarte, ni discutir fuertemente, déjalo que siga hablando solo y tu sigue con tus quehaceres y no le des más importancia.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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