NUESTRA CABEZA
06-02-2019
Alberga los cinco sentidos y junto al corazón es uno de los
órganos más importantes de nuestro cuerpo. Los demás órganos también son
precisos (el tronco, las extremidades…todo)
Pero lo que yo quería decir de la cabeza, es que la mente
tiene un poder grandísimo. Si un hombre o una mujer se propone hacer una cosa
(que no sea un milagro), lo consigue. Tendrá que andar los pasos que hagan
falta, pedirá favores, irá allí donde está su objetivo, escalará montañas, cruzará
países y mares y lo que sea necesario…
Al final, conseguirá su deseo, aunque le cuesten años de su
vida, aunque tenga que venderse al mejor postor.
Él o ella tienen una tarea por pendiente y no dudarán en
recorrer los caminos que haya por delante.
Puede ser este deseo: un reto deportivo, estudiar una carrera universitaria, ser
músico, escritor, pintor, escultor o simplemente el mejor en su trabajo o
dedicación. El caso es hacer lo que él o ella se ha propuesto y lo hará cuesta
lo que cueste.
También puede ser su deseo el ayudar a los demás. Puede
querer ser monja, cura, fraile, trabajar en una organización humanitaria, ser
enferme@, medic@ (en cualquiera de sus especialidades), o simplemente un
ciudadano de bien (que los hay, pero ellos no se dan a ver. Son humildes de
corazón y de alma…)
La persona menos pensada puede ser una eminencia. Su mente
funciona al 100% y no tiene que ser un estudioso o un artista. Puede ser un
trabajador normal y corriente (albañil, fontanero, pintor, electricista,
bombero, taxista, chofer…)
La destreza de estas personas pueden demostrarla jugando al
ajedrez, que como todos sabéis es un juego muy difícil, si se quiere ser
campeón de una ciudad, un país o del mundo.
Pues bien, no solo una persona culta (con carrera, político,
deportista, presidente de un país…), pueden ser campeones jugando al ajedrez.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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