Son tiendas generalmente regentadas por personas chinas o de
otros países. En ellas se vende casi de todo. Son criticadas porque dicen que
quitan el comercio a otras tiendas. Nos ofrecen cosas de poca calidad, pero por
un precio módico, lo que los hace más atractivos.
Venden bebidas, alguna comida, ropa, calzado, chucherías,
ferretería, menaje del hogar…siempre a un precio más bajo que las demás
tiendas, pero, como digo, cosas de menos calidad generalmente.
Los hay por toda la ciudad y cada 200 metros te encuentras
uno. Quitan de vender a los comercios tradicionales, pero dan un servicio muy
bueno, ya que no cierran al medio día.
Cuando no sabemos dónde encontrar algo, nos dirigimos a un
chino, que allí, casi seguro lo tendrán y por un precio más bajo. Son muy
criticados, pero dan un servicio que otros quisieran. Son amables con la
clientela.
También hay bares y restaurantes regentados por personas
chinas. Lo hacen muy bien y tienen clientela. Si el local es grande, contratan
a gente española para su servicio, pero normalmente son negocios familiares,
que se turnan para llevar adelante el negocio, desde por la mañana hasta la
noche.
Hay restaurantes de comida china y española. A mí me gusta
más la española, porque en la china hay menús difíciles de digerir. Ya que son
comidas extrañas para nosotros, como sopa de tiburón, arroz tres delicias,
rollitos primavera…
No debemos criticar a estas personas que vienen a nuestro
país a buscarse la vida.
Trabajan mucho y se merecen el dinero que ganan, el cual
consiguen con un buen esfuerzo personal, trabajando todo el día todos los días
de la semana.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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