HAY QUE SER PACIENTES
25-06-2023
En este mundo que vivimos, donde todo se hace a la carrera,
en el trabajo, sobre todo, se va contra reloj, hay que procurar ser pacientes,
porque si no los nervios te comen y puede un@ acabar mal, como me ocurrió a mí,
que quise enfrentarme a las prisas del trabajo, todo se volvió contra mí,
incluso algunos compañeros.
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Yo trabajaba en la EMT y tengo que decir que es una de las
mejores cosas que me ha ocurrido en la vida, pero el que paga, manda y la
empresa exigía que aligeráramos en nuestra tarea, supuesto que, en el convenio
pedíamos mejoras salariales y yo, particularmente, no estaba dispuesto a ir
todo el día a la carrera, lo mismo que les está ocurriendo a mis compañeros,
activos ahora, que van corre que te pillo.
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Pues bien, como decía, yo me propuse, tomarme las cosas con
calma, señores, que aquí se llevan personas, no borregos y hay que tratarlas
como tales. No se puede ir dando frenazos, acelerones y maltratar al viajero que
es el que paga y quiere un servicio eficiente (que yo no dudo de la eficacia de
mis compañer@s), pero por fuerza mayor tienen que correr y molestan al
personal.
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De nada sirve ir todo el día a la carrera y luego te pilla
mal un viaje, te cogen tres semáforos seguidos, coges muchos viajeros, el de
atrás se va pegando a ti y el de adelante se va delante y ya está la línea echa
un asco. ¡Ojo!, que yo no dudo de la efectividad de mis compañer@s, lo que digo
es que corriendo no se arreglan las cosas. Me consta que sois ases del volante
y muy eficaces, pero pienso que, los problemas tienen solución y esa se la
tenéis que dar vosotros. Ser pacientes y continuar aquella lucha que yo empecé
un día, sin éxito, pero que quedó grabada en los anales de la EMT.
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Yo pretendí ser paciente y querer arreglar las cosas por mi
cuenta, pero las circunstancias no me lo permitieron. Pese a eso, no estoy
arrepentido de la labor que hice en la empresa. Que cometí fallos, seguro, pero
algo haría bien, vamos digo yo.
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La paciencia se acaba cuando empiezan a ir las cosas mal y
este mundo va mal, lo demuestra la gran cantidad de enfermos mentales que hay.
Al menos un 40% de las personas adultas, ha sufrido o sufre algún trastorno
sicológico o siquiátrico en su vida y eso es por culpa de la sociedad en que
vivimos, donde cada uno va a lo suyo y nadie quiere saber nada de los demás.
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Es cierto que cada cual tiene suficiente con lo suyo, pero
con paciencia podríamos echar una mano a ese que lo necesita (material o
moralmente). No cuesta trabajo ni dinero, pero es de gran alivio para la
persona ayudada. Ánimo muchachos, que esto es pan comido.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ
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