SE VAN PERDIENDO
28-03-2023
Con la modernidad hay oficios que se van perdiendo. Por
ejemplo, los lateros que hacían esos jarros de lata que tanta utilidad tenían,
el zapatero remendón, los relojeros que ponían pilas y correas a los relojes,
los serenos que guardaban los coches mientras tú dormías, los afiladores, que
afilaban cuchillos, tijeras y demás elementos cortantes.
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Todos estos oficios se van perdiendo, con lo moderno lo hacen
todo a máquina, los vendedores ambulantes, panadero. Sé que se me queda alguno
atrás, si me acuerdo lo pondré. Los esparteros que hacían pleitas para hacer
queso, los boticarios que te hacían ungüentos para todos los males a base de
hierbas. Sé que son muchos más, si me acuerdo los reseñaré.
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El caso es que sin salir
de casa tenías muchos servicios que se van perdiendo con el tiempo. Por ejemplo,
el soldador, el cerrajero, la costurera, que cada uno en su oficio hacían una
gran labor, que como digo se van perdiendo. El herrador que ponía herraduras a
los mulos, caballos y borricos. El jamonero, que le llevabas el jamón y él te
lo curaba. El petrolero, que vendía petróleo y otros abrasivos. Hay más, pero
se me van ocurriendo poco a poco. La forja para hace escardillos y otros
elemento para el campo. Sé que hay más, pero se me vienen a la mente poco a
poco. El que hacía aparejos para las cabalgaduras el seronero, que hacía
serones para las bestias.
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El maestro ambulante, que enseñaba a nuestros hijos a leer y
escribir y de cuentas, el lechero, que te daba la leche recién ordeñada. El cabrero,
el chatarrero que se llevaba los hierros que ya no sirven. El verdulero
ambulante, que traía a casa la fruta y la verdura, el labriego, que tenía de casi
todo en su huerta y lo vendía a los vecinos. Las yuntas de mulos que araban el
terreno para sembrar, el aceitunero, el molino de piedra para obtener aceite. Las
pleitas para echar la aceituna molida paras con tornos estrujarla y separar el
aceite del agua. La pisa de la uva para obtener mosto y vinagre.
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Todos estos oficios se van perdiendo, como el segador, el
quita yerbas de las cosechas, el recolector de almendras, el hermasiguero, que
luego trasplantaba sus tomates, pimientos, coles, cebollas, coles lechugas y en
la huerta había casi de todo para la casa y para vender, el talador, el podador,
el que hacía injertos. Todo eso lo hacía el campesino, que abastecía al hogar
de esta frutas y legumbres que sembraba en el campo para él y para los vecinos
y si era una huerta grande, llevaba los productos al pueblo, que los recibían
con agrado porque eran frescos y baratos.
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Tenía además granja, con pollos, gallinas, conejos, palomas,
pavos, cerdos, que llenaban la casa de carne y la que sobraba la vendía a los
vecinos o en el pueblo.
Todo esto se ha perdido con las maquinarias que hacen todos
los trabajos. No hay vida en el campo y en la ciudad estas personas no saben qué
hacer.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.
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