Sobre todo cuando estoy despierto, con un mundo mejor. Donde
no haya sufrimiento, trabajar no cueste esfuerzo (sino que sea un gozo), que no
haya maldad, que tengamos todo lo que necesitamos, que seamos felices, que no
nos falte de comer y beber….
Quizá yo pido demasiado, pero sé que lo conseguiremos, más
pronto o más tarde y que viviremos para siempre. Cuando se tiene comodidad en
esta vida, no se piensa en la otra. Yo sufro en esta vida porque sé que la otra
es muchísimo mejor.
En mis escritos hablo de esa vida más allá de esta. Si los
lees veraz mi creencia en “algo” mucho mejor y para todos. El mundo tiene
muchos males: enfermedades, hambres, guerras, odio, tristeza…En definitiva, el
que más el que menos, nota que le falta algo.
Eso que te falta vengo yo a ofrecértelo yo desde hoy y para
siempre, con tan solo con la condición de creer que es posible.
Tanto hablar de Dios y no creemos en la VIDA eterna. No es normal. Tras esta vida, hay
otra, pero no la vemos, porque nos acomodamos a esta. En España vivimos bien y
eso hace más difícil creer en el Cielo.
Mi deseo es que te lo piense un poquito. Que aquí no se está
tan bien. Ya sé que hay que vivir, pero orientados hacia la otra vida, que
nadie cree en ella, pero que existe y está próxima a llegar a nosotros.
Solo hay que ser sinceros. Primero con nosotros mismos y
luego con los demás. Hablar con todo el mundo, no ser egoístas, dar algo de
limosna, saludar a algún desconocido (la próxima vez, ya os conoceréis y sobre
todo tener fe.
Coge lo que te valga de estas palabras y desecha lo que no va
contigo y seamos amigos de corazón y del alma.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario