DE SERVICIO

DE SERVICIO

08-06-2017

Nuestra vida debe de estar llena de servicio a los demás. Nos debemos de ayudar mutuamente a las cosas que los demás necesitan y de las que nosotros somos ricos. No se trata solo de dinero, sino de cumplir con celo en nuestro trabajo, en nuestro quehacer diario, en dar esa cosa (cada cual la suya), en la que todos, de una forma u otra, somos ricos.

Yo soy rico en herramientas. Pues bien, esta noche soñé que las daba a un antiguo amigo, que quería ganarse la vida vendiendo higos chumbos. Mi amigo estaba intentando colgar una cuerda de lado a lado de la calle, con unas herramientas pobres e inadecuadas, mohosas y torcidas.

Pues bien, yo le di lo necesario para que llevase a cabo su tarea y presté mi servicio en ayudarle a colgar la cuerda, en la que aquel pobre hombre pretendía colgar su mercancía y venderla.

Es muy bonito servir de ayuda a los demás y ayudarles a conseguir esa pequeña cosa, que para ellos es de gran ayuda y para nosotros no supone mucho dinero ni mucho trabajo.

Cualquier trabajador, tan solo con hacer su trabajo con cariño, está prestando un servicio encomiable a la sociedad, que está necesitada de personas buenas, que hagan su trabajo, sin esfuerzo, orientado al servicio a los demás.

Que nuestro afán sea siempre ayudar al prójimo. Yo, por ejemplo trato de ayudar al prójimo con mis escritos. Es verdad que me excedo dando consejos, pero no es menos verdad, que trato que dichos consejos sean de utilidad pública.

Yo, me entretengo escribiendo y a vosotros, quizá, os puedan servir de ayuda mis consejos, con lo que el esfuerzo merecería la pena.

Todo el mundo es rico en algo. No solo en dinero, sino en la posición social que ocupamos.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.