Es una virtud que pocas personas tienen. Yo soy impaciente a
más no poder. Me cuesta esperar cualquier cosa: una cita médica, un
acontecimiento, un día señalado… Lo que hace que mi vida no sea lo grata que
pudiese ser.
En una sociedad como la que vivimos, tenemos que ser
pacientes, porque las cosas de palacio van despacio. Entre cita y cita, tenemos
que vivir, disfrutar, comer y beber con paciencia.
Tenemos que ser tranquilos y esperar con paciencia los
acontecimientos señalados, que son los menos, y afrontarlos de la mejor manera
que proceda.
Al final siempre llega
ese momento que esperamos con deseo y las cosas sucederán como tengan que
suceder.
La tranquilidad hace la felicidad, si esperamos
tranquilamente, la vida va transcurriendo apacible y seremos más felices contra
más tranquilos.
La paciencia es la ciencia del cerebro. Para nosotros,
personas con enfermedad mental, muchas veces carecemos de este bien. Quizá por
eso no nos entendemos con las demás personas.
Somos personas como los demás y debemos ser respetados por
las otras.
Con paciencia se consigue todo en esta vida, el cariño, la
felicidad, los bienes terrenales y morales.
Planea tu vida de cara a ser feliz, consíguelo todo o casi
todo tranquilamente, sin nervios, sin impaciencia y con mucho amor a todos.
Te deseo todo lo mejor para ti y los tuyos material y
moralmente y que tu vida esté orientada siempre hacia hacer el bien a todos
(seres queridos o decsonocidos). Que tu vida sea dichosa.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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