martes, 6 de junio de 2017

CELOS

El hombre quiere y siente cariño por su mujer y la quiere solo para él. Cuando este cariño es excesivo se convierte en celos y es cuando viene la violencia de género. Violencia que no debería existir, porque si no le conviene lo que hace su esposa, con separarse de ella ya basta.
En la violencia de género, en un 99% sale perdiendo la mujer, ya que es matada por su esposo, que muchas veces se pega un tiro o se arroja desde un sexto piso. Esto da que pensar, porque cuando el hombre consiente matarse a sí mismo, después de haber hecho lo mismo con su mujer, es porque hay algún motivo grande. Por algo lo hará.
Celos es, en nuestra sociedad, cariño excesivo, no querer que la pareja salga ni entre. Pensar mal de las que son menos infieles que nosotros.
Querer no es malo, lo malo es cuando se excede de los límites normales. Es ahora cuando el hombre pega, maltrata y hasta mata a su mujer sin importarle las consecuencias.
Hay que perdonar y sobre todo dialogar para no llegar a estos extremos. No hay nada más bonito que una pareja de ancianos que han criado a sus hijos y aun sigue viva en ellos esa llama del amor.
En nuestros días esto casi no se ve, porque las parejas se separan o divorcian, por no llegar a un entendimiento. El hombre tiene más culpa, porque siendo más infiel, siente celos infundados de su mujer.
Deberíamos aprender el hombre de la mujer y la mujer del hombre, para que las parejas se quisieran siempre y si hay algo raro, hablarlo y no emprenderlo a golpes con su pareja o echarla de casa o cientos de cosas que se hacen y que no están bien.
Esto ocurre porque el amor va cambiando, desde cuando son novios a cuando tienen hijos, cuando estos son ya son mayores…y no sabemos asimilarlo.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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