viernes, 28 de abril de 2017

HACE FALTA

En una familia normal, con hijos pequeños o no tan pequeños y, a no ser que el cabeza de familia sea muy mañoso, polifacético y que no trabaje fuera, hace falta una mujer. Ya se sabe que las mujeres quieren ser independientes, tener su trabajo y, por tanto, su dinero. No estar a espensas del sueldo del marido. También quieren no estar metidas, todo el día en casa y ser un poco más libres.
No olvidemos que también quieren ser madres (entre los 17 y 40 años). Para ello hace falta que el hombre no trabaje, si ella lo hace.
Difícil tarea la de llevar el hogar, los niños la comida, la limpieza, el lavado de la ropa y las muchas tareas del hogar, si ambos trabajan. Se las tendrían que arreglar muy bien, para que los dos hagan el trabajo fuera y en el hogar. Se pueden hacer esfuerzos y combinar los horarios de ambos, pero no es nada fácil.
Mi opción es la siguiente: que trabaje fuera uno, él o ella, y el otro se ocupe del hogar. No me decanto por ninguno de los dos. El/la que esté más cualificado/a y, por tanto, tenga mejor empleo y sueldo, que sea suficiente para mantener los gastos de una familia dada, la cual estaría más unida y sería más feliz.
Para que el nombrado emolumento sea mediano y, por tanto, suficiente para los muchos gastos de una familia cualquiera, en una sociedad como la nuestra. Haría falta que las empresas que contraten a una mujer o un hombre (uno solo de ellos) deberían pagar un plus a dicho/a trabajador/a. Esto por el mero hecho de haber un solo contratado/a en dicha familia, que me vengo a referir. Solo hace falta llegar a un acuerdo con el patrón en cuestión de sueldo y horario. Así habría trabajo para todos. La vida sería menos estresante. Viviríamos mejor, más tranquilos y nos cuidaríamos, los unos a los otros, con más esmero. El/la trabajador/a tendría que comprometerse a sacar de paseo, tal cual, al casero/a.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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