miércoles, 5 de abril de 2017

DIÁLOGO

Maravillosa palabra. Para que esta exista tiene que haber veracidad, comprensión, entendimiento y ser conocedor/a del tema que se elija para hablar. No hace falta que sean conocidos los contertulios. Un tema puede surgir en cualquier momento y en cualquier lugar. Tan solo hace falta poner un poquito de interés en la persona/as que nos hablan.
Hablando se hacen amigos, se juntan parejas, se construyen naciones…….
Lo más bonito del diálogo es escuchar (algo más que oir) a la otra persona y exponer ambos sus puntos de vista sobre un tema dado. Negociar es imprescindible para llegar a un acuerdo. Nadie tiene la verdad absoluta en su mano. Debemos ceder en los puntos que no son ciertos para llegar a un acuerdo.
Los dialogadores menos certeros son los políticos, pues solo buscan su propio beneficio o el de su partido. Lo que sale por sus labios es el bien del pueblo. Por lo tanto deberían ser los mejores de cada localidad, por bien propio y de sus habitantes. Tampoco son todos malos, lo que ocurre es que por uno que falla en sus deberes, pagan todos.
El diálogo en la pareja es el “gusanillo” que alimenta tan fantástica unión. En pareja se habla de todo, hasta de lo más inaudito. El tema más simple es importante en la pareja, que no debiera quebrar jamás.
También se habla con los amigos, que si lo son de verdad, llegarán lejos. El hablar con gente desconocida, es un poco más difícil, pero no menos interesante porque se hacen nuevos amigos/as.
Yo, particularmente no soy muy dialogador. Soy más corto que las mangas de un chaleco, pero si me dan pié, me entusiasmo y soy capaz de tener una conversación buena y agradable. Cuando no encuentro la persona adecuada, me dedico a escribir, que según vosotros, no se me da mal.
Abre tu mente al mundo y habla que conseguirás grandes retos.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA .

No hay comentarios:

Publicar un comentario