lunes, 30 de septiembre de 2019

BRUJ@S


Una pareja se conocen, se gustan, se casan, tienen hijos, los crían y son felices en su ambiente familiar. Todo va de perlas, todo es bonito, todos se quieren mutuamente.
Pero, muchas veces, con el cansancio vienen las infidelidades en la pareja. Con solo mirar un hombre, con deseo carnal, o su mujer dejarse mirar por los hombres, provocándoles, ya se están siendo infieles el uno a la otra y esta al uno.
No ocurre siempre, pero ese deseo va con nosotr@s y aquí es donde viene el amor brujo, que no es otra cosa que la infidelidad. Muchas veces, por los hijos sobre todo, la pareja se soportan.
Otras veces discuten fuertemente y se separan. Aquí son los hijos los que llevan las de perder. Digo los hijos y también el esposo, porque en la mayoría de los casos, es el marido el que tiene que irse de casa.
Abandonar lo que juntos han construido, se queda en la calle, casi sin dinero, porque la bruja se queda con casi todo (porque se lo permite la Ley Española). Se queda con los hijos, la mayor parte del dinero, con la casa y con todo lo que pueda.
Ese amor que fue tan bonito, roto por los intereses económicos y de poder. Desgraciadamente, hoy día está a la palestra.
Mientras lleguen a un acuerdo económico, de la casa y sobre todo de visitas a los niños y la tan tarareada custodia compartida, hay un entendimiento en la pareja. Pero es muy triste que se tengan que separar después de tantos dulces besos.
Mientras no se llegue a la violencia de género, generalmente por parte del marido, la cosa va medio bien.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 28 de septiembre de 2019

LA VIDA ES UNA RUEDA


Gira y gira sin parar, sin detenerse. Cuando lo pasamos bien gira más rápido, cuando lo pasamos mal, más lenta y esta rueda es ni nada más, ni nada menos que el reloj.
Queremos que vaya deprisa cuando estamos trabajando, queremos que llegue la hora de nuestro descanso. Queremos que vaya despacio cuando lo pasamos bien. En una fiesta, por ejemplo.
Nunca debemos tener prisa, porque el tiempo pasa y debemos disfrutar de las cosas buenas de nuestro trabajo y de los momentos difíciles, para eso debemos estar siempre serenos.
Con la cabeza fría y el corazón caliente, resolveremos esos pequeños altercados, que nos sobrevienen cada día. Tendremos una respuesta, sin enfadarnos, para cada problema.
En el trabajo es más difícil, porque hay que cumplir las normas, pero si no nos alteramos, todo se resolverá con una sonrisa en los labios, si bien, a veces, hay que enseñar los dientes.
Si uno se siente satisfecho consigo mismo, lo estará también con los demás. Si por el contrario, está mosqueado, no puede responder con verdad y corrección a los problemas.
La rueda sigue girando, ya estemos contentos o enfadados. El reloj no para y ¿Qué prisa tienes tú de que pase el día? Si después vendrá otro y otro.
Así se pasa la vida y cuando queremos acordar, somos unos viejos que para “nada” sirven y el reloj sigue corriendo, no se para porque tú te lo estés pasando bien.
Disfruta de la vida, que son esos ratitos mágicos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 27 de septiembre de 2019

LOS SERENOS


No me vengo a referir  a los antiguos serenos, que de noche cuidaban nuestros coches, los aparcaban, nos decían donde estaba el nuestro y nosotros les dábamos una propina.
Me refiero a los no bebedores, serenos, que no prueban el alcohol, ni bebidas o sustancias estupefacientes. La verdad es que ya quedan pocos y están muy contados.
No digo yo, en una ocasión (fiesta, comunión, boda, bautizo o cuando se te apetece tomes una copa o una cerveza, no te la bebas si  tienes que conducir un vehículo).
A la hora de tomar una decisión de calado, si se está sereno, esta se toma con más celeridad, verdad, claridad, conciencia y muchos adjetivos que se le podían añadir.
Las comidas copiosas son como una droga para el cerebro, haciendo que tampoco podamos decidir, con verdad ante un problema que nos pueda surgir. Además son indigestas y te hacen engordar y no sentirte bien, como podías estarlo.
Pero lo nuestro son los no bebedores de alcohol y no consumidores de productos estupefacientes. Estas son personas hechas y derechas, que dirigen, sin saberlo, al mundo.
El que menos te lo piensas puede ser un personaje, en silencio, sin que nadie lo sepa (siquiera él). Puede ser un hombre o una mujer, que para eso somos similares, salvo en la sexualidad y la forma de pensar.
Un matrimonio, con sus hijos bien educados, pueden ser las personas serenas que trato de describir.
Que viva la buena gente, las buenas personas de esta sociedad.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 26 de septiembre de 2019

LOS BORRACHOS


Son esas personas que beben, asiduamente alcohol, hasta el punto que pierden la noción de las cosas. Los hay que beben y son pacíficos y no se meten con nadie, pero otros se vuelven agresivos, buscan bronca y les dicen cosas a las mujeres, o las violan.
Los adictos a esta droga, no se contentan con beberse una copa o dos cervezas, tienen que beber hasta hartarse. Lo malo del caso es que luego cogen su vehículo y crean peligro al tráfico rodado. Si se hicieran daño solo ellos, que se apañen, pero pueden atropellar a un peatón o embestir a otro vehículo.
Uno, si no va a coger el coche, puede beberse una copa o dos cervezas, pero no, se beben 5 o 6 copas u 8 cervezas y dan un poquito de asco, porque babean, les cambia el timbre de la voz y quieren saber más que nadie  de cualquier conversación.
Si topan con personas tolerantes, la cosa va bien, pero si lo hacen con personas que no tienen aguante, ya está la fiesta liada. Es vergonzoso tener un carácter así, de borracho y liante.
Los hay que beben solo cuando tienen descanso en el trabajo, pero otros van bebidos a él y corren el riesgo de ser despedidos.
Con lo bonita que es la vida del no bebedor, dialogante de cosas productivas, que llenan a la persona, que hace que se sienta dichosa, que alegran el corazón del que es congruente.
Nada más te bebes una copa, tu cabeza no funciona bien, como es de desear, el trato con los demás no es el mismo.
Si lo puedes evitar, no bebas en demasía, que eso degrada a la persona y además le hace daño a su cuerpo.
Lo más bonito es estar sereno siempre.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

UNA NIÑA Y UN NIÑO


Prácticamente son iguales, solo varía su sexualidad. Juntos juegan a cualquier cosa. Van a la guardería y al colegio, hasta que ya alcancen una cierta edad, que ya los hace muchach@s.
Cuando una pareja decide tener un hij@, dicen que les da igual lo que venga, pero en realidad, la mayoría de los padres prefieren un niño y las madres una niña.
Los niños son más liberales, las niñas más cariñosas, pero ambos son recibidos por los padres con amor.
Yo, de niño, vivía en el campo y allí jugaba con mis hermanos y amigos, e íbamos a la escuela juntos. Yo era muy vergonzoso, pero desde corta edad sabía lo que quería ser en la vida.
Desde pequeño miraba a las niñas como posible pareja, pero ninguna me gustaba en especial.
Entonces, como ahora, niñas y niños estaban juntos en las aulas. Yo era un chico listo, pero mis compañeros se burlaban de mí y me hacían cosas que no son dignas de contar.
Las niñas y los niños deben estar juntos, en sus juegos, en la escuela…para que no se sientan distintos ante la sociedad y lleguen a mayores como personas, no como sexos distintos.
Es verdad que a los niños les gustan unos juegos, como puede ser el futbol y a las niñas la comba o las muñecas, pero hoy día, con la tecnología en juguetes, bien pueden compartirlos.
No se le deben dar a los niñ@s juguetes sexistas. Por ejemplo al niño una bicicleta y a la niña una muñeca, deben ser compartidos, si bien ellos se conforman con poco y se entretienen.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 24 de septiembre de 2019

VUELTA AL COLE


Por estas fechas están volviendo o ha vuelto ya los niños al cole. Los más pequeños no se adaptan a coger de nuevo la mochila, con libros, cuadernos, lápices de colores…
Los de instituto están hechos a ir de vacaciones y volver a las aulas. Son mayorcitos y saben lo que toca.
A los que les viene largo de verdad, es a los padres que tienen que llevar a sus pupilos al cole. Además de desembolso económico de libros, material escolar, ropa zapatos…y muchas cosas más.
Después de unas vacaciones estivales de más de dos meses, padres, alumnos y profesores tienen que ponerse, de nuevo, en marcha. A algunos les afecta psicológicamente y todo.
Aunque dan mucha guerra, los padres, en este tiempo se han acostumbrado a tener a sus hijos en casa  y ahora cuesta empezar de nuevo. Si trabajan fuera los dos miembros de una pareja, tienen que ingeniárselas, para arreglárselas para compaginar los horarios suyos y la hora de entrar y salir de los colegios.
El que no tiene hijos en edad escolar, no sabe lo que es esto, que si paga la matrícula, que si viste a los niños correctamente (sobre todo si tienen uniforme).
Los niñ@s y los profesores se han acostumbrado a no hacer nada y ahora les cuesta arrancar.
De cualquier forma, para los profesores y escolares, no sería justo que no tuviesen vacaciones. Es lo que más les gusta del curso.
Los que estudian una carrera, ya se las apañan por sus propios medios. Muchos trabajan para pagárselas. Quizá, cuando terminen la carrera, tengan que hacer masters.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 23 de septiembre de 2019

MI AMIGO JUAN


Nos conocemos desde hace 30 años, día más o menos, en un psiquiátrico claro. Él vino a vivir en un piso compartido. Allí nos fuimos a encontrar. Paseábamos y tomábamos café.
Yo me hice novio de Lilian, también enferma mental, pero nuestra relación duró poco, porque yo no le convenía. No tenía dinero para mantenerla. Yo le tenía gran afecto y cariño.
Yo tengo más suerte que Juan, pues vivo con mis padres, con el afecto físico y psíquico que eso supone. A Juan se le murió el padre hace poco, pero le queda la madre, que pronto lo acogerá. Esta pertenece a la Jet Set marbellí y Juan también.
Juan es un tío serio y le gustan las cosas bien hechas. Estamos separados en la distancia, pero nuestros corazones caminan juntos. Él me llama casi todos los días, echamos un rato de charla y me da sus deducciones filosóficas de la vida, para que yo se las publique en internet, cosa que yo hago con agrado.
Yo le mando algunos de mis escritos, que le gustan mucho. Él escribe también, es un tío culto y bien hablado. Le tengo que agradecer la deferencia que tiene conmigo al leer mis artículos y comentármelos cuando hablamos por teléfono.
Juan es polifacético. Lo mismo te habla de la vida en general, que de política y asuntos sociales…Es sencillo y amigable. Poco amante de las tonterías…Vamos un amigo de  los que quedan pocos ya.
Yo siempre me he llevado bien con él y ahora, en la distancia, más todavía, porque añoramos los viejos tiempos pasados juntos, paseando, charlando y compartiendo vivencias.
Gracias Juan. Que te vaya bonito.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.