viernes, 30 de noviembre de 2018

COME FRUTAS


Es la frutería donde yo compro la fruta y verdura para la casa. Allí hay casi de todo en cuestión de frutas y verduras: desde manzanas, tomates, lechugas, uvas, naranjas, mandarinas…
Hay en Málaga muchas fruterías, pero como esta, pocas. Te atiende un chico o una chica muy agradable y te da justamente lo que pides. Le señalas con el dedo y le dices esto y esto, me das estas uvas por ejemplo.
Está junto a la gasolinera de Ciudad Jardín, en un buen y accesible local. Cuando hay poca gente se da la vez: ¿Quién es el últim@? Y cuando hay mucha se coge número.
Me gusta la calidad. Si no sabes dónde comprar la fruta y verdura y vives cerca, pásate por el come frutas de los productos, pero casi más me gusta el agrado y gracia con la que te los venden. Te hallaras agradecido de venir a este sitio.
Al lado hay bancos y cafeterías, por lo que puedes salir agradecido de venir aquí. Es muy sano comer frutas y verduras. Te ayudará a ir bien al baño, a controlar la tensión, el colecterol y los triglicéridos y a que no te suba el nivel de azúcar en la sangre.
Perdona que insista, pero es que te sirven con un agrado especial. Es como que te sube el ánimo cuando hablas con los dependientes. Es parecido a una cita al psicólogo, te ayuda a echar bien el día.
Tienen calidad y buenos precios. Yo compré esta mañana tomates, uvas y boniatos y me fui servido por seis o siete euros.
Cuando llegas te ofrecen las ofertas del día: tenemos esto y esto para consumir hoy y a tal o cual precio. Puedes pedir para consumir hoy o para varios días después.
Tal y como están las cosas en cuestión de contaminación, te tienen que cobrar la bolsa, pero son dos o tres céntimos, que te los llevas en calidad y buen precio.
No te comas el coco con la frutas y ven al come frutas.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 29 de noviembre de 2018

CREER EN ALGO MÁS


Yo creo que estar esperanzado solo en esta vida con sus ires y devenires es un poco soso. No le digo yo a nadie que crea en un Dios, por llamarle de una manera. Puede ser Jesús, Cristo, Alá, Jehová…
Se puede creer, por ejemplo en la reencarnación, pero estar esperanzado solo en esta vida, que más tarde o más temprano se va a terminar, es muy triste. Pensar que hay algo más, sea lo que sea, te alegrará la vida.
Hay diversidad de creencias, unos son muy devotos y van a misa todos los domingos, otros solo van cuando hay un bautizo, boda o comunión y quien no va nunca. Ninguno de ellos es mejor ni peor que el otro, solo que tiene sus ideas.
Bien puede ser uno creyente o creyente a su manera, ateo u agnóstico, que hay tantas formas como personas. Lo que no se debe nunca es menospreciar a los demás porque no opinan igual que yo. Cada uno a lo suyo y no hay que criticar a nadie, porque tenga cuales o tales ideas sobre el tema.
Yo creo en Jesús y en su padre el Señor Dios, sin embargo no voy nunca a misa. Vivo con la esperanza de un mañana mejor y me río de la vida sin ofender a nadie. Como podéis ver mis creencias son un poco particulares, pues así te quiero yo, con las tuyas sean las que sean.
El creer en algo divino no hace siempre a la persona mejor que la otra. A lo mejor un ateo cumple los mandamientos de la Biblia más que un creyente.
Este es un tema difícil de explicar, yo trato de deciros, con ejemplos lo que puede significar el ser creyente, ateo u agnóstico…
Ustedes que leéis estas líneas, juzgar que tanto de razón puedo tener. Si no os gusta lo que escribo, dejad de leer y tan amigos.
Yo trato de explicar mi punto de vista sobre este tema, que puede ser odioso para alguien que cree otra cosa que yo.
Cada uno tiene sus ideas y yo las respeto como si fuesen las propias mías, tan solo digo que es bueno creer en algo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

NAVIDAD


Es el tiempo más bonito del año. Todos nos deseamos felicidades y buen año entrante, aunque no se crea mucho en Dios y esas cosas. Nos hacemos regalos, sobre todo a los niños, que son los que más disfrutan con los juguetes y las vacaciones del colegio.
Es tiempo de hacer comilonas y de disfrutar con los encuentros familiares. Todos deseamos que llegue a ver lo que nos traen los Reyes Magos de Oriente en sus carrozas tiradas por renos. Al menos eso es lo que creen los niños pequeños, que celebran especialmente la noche del 5 de enero que es cuando  se supone que llegaron los Reyes Magos a Belén a llevar al niño Jesús oro, incienso y mirra, guiados por una estrella que se paró cuando llegó a donde estaba el niño, indicándole a ellos donde era.
En Navidad todo es más bonito. Las calles se visten de luces de colores para celebrar las fiestas y el año nuevo.
Yo nací un 25 de enero, poco después de Navidad, por lo que para ese tiempo ya tenía un año menos un mes.
Es una pena que haya niños que no tengan juguetes por estas fechas. Si bien es verdad que hay cosas más importantes como la comida, ropa y calzado y un techo que les cobije.
Yo voy a cumplir 55 años y todavía espero mi regalo, que mis padres y hermanos me hacen. Tengo ilusión con eso.
Yo espero que esta navidad venga llena de regalos para todos, especialmente para los niños, que son los que más merecen esos regalos, que nos traen Papa Noel o los Reyes magos.
Navidad es felicidad, que todos tengamos nuestros regalos y suerte para el año entrante.
Que Dios se apiade de nosotros y nos regale la Vida Eterna a todos sus hijitos, que en el fondo le queremos.
Que este sea un tiempo de paz y felicidad para todos y que nos queramos mucho cada día.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 27 de noviembre de 2018

CONDUCIR UN COCHE O MOTO


Para conducir un coche o moto hay que tener el carnet correspondiente. En la autoescuela nos enseñan a conducir correctamente, las normas y señales de tráfico y qué hacer ante una situación dada. Hay que respetarlas.
Un buen conductor no debe beber alcohol cuando tiene que conducir, ni consumirá drogas ni excitantes. De sobra sabe que no ha de usar el teléfono móvil. Sobre todo escribir mensajes. Si se va un poco más lejos, no deberá fumar mientras conduce, porque lo hará con una sola mano. La ceniza y el humo molestarán la conducción.
Todo esto es muy fácil de decir, pero luego se saltan los semáforos en rojo, fuman, beben bebidas alcohólicas, usan el móvil, no respetan los límites de velocidad ni los pasos de peatones y van a su aire, poniendo en peligro a los demás conductores y peatones.
Mientras hacen las prácticas, lo respetan todo con creces, pero una vez lo tienen hacen lo que les da la gana. Hay que tener cuidado de no tener un accidente, porque ahí salimos todos perdiendo.
En un accidente salimos todos perjudicados. Sea culpa de uno o no, si hacemos un bolo a nuestro vehículo, tendremos que llevarlo al taller. Si es culpa nuestra tendremos que pagar los desperfectos de nuestro auto o moto y dar el seguro al contrario.
Sea como sea, quedaremos unos días sin coche y si lo precisamos para ir al trabajo, pues nos veremos sin él con el consiguiente trastorno para nosotros.
Si en el accidente hay heridos o en la fatalidad muertos, la cosa se pone más fea. No hay seguro ni dinero que pague una vida humana. Por lo tanto toda precaución es poca.
Para ser un buen conductor hay que estar por encima de las leyes de tráfico, respetarlas todas y no hacer nada que pueda perjudicar a ninguna persona.
Los mas jóvenes y los motoristas, son los que menos respetan las normas básicas para ponerse a conducir.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 24 de noviembre de 2018

VISITAR A LA FAMILIA


Y a los    amigos, es algo agradable para el visitante y para el visitado, porque se estrechan los lazos existentes y se unen las personas, que es como debemos estar, unidos.
Si voy a casa de alguien, este me ofrece lo mejor que tenga, en agradecimiento a la visita que le hago. Si tiene poco se le lleva un presente, lo que uno pueda, que igualmente te lo agradecerá.
Yo, los domingos voy a casa de mi amigo Pepe, que se alegra de verme y desayunamos juntos. Luego salimos a comprar para él lo que necesite. Nos fumamos unos cigarritos juntos y llamamos al perdido, nuestro amigo Antonio, que no se le ve el pelo por ninguna parte.
El sábado estuve en casa de mi primo Antonio, que está regular de salud y también económicamente. Le llevé un regalillo que él me agradeció sumamente. Desayunamos juntos e intercambiamos impresiones sobre esta vida que, a veces es dura.
El próximo sábado iré a casa de mi prima María. Ella también lo agradece mucho, porque tiene problemas de salud.
A veces voy a casa de mi hermano Miguel, mayor que yo y que presume de tener más fuerzas físicas que yo. Es muy agradecido también.
Cuando hay alguien enfermo, procuro visitarle, que siempre se alegra de verme y le sube el ánimo, que en esas ocasiones anda bajo. Por ejemplo, mi cuñada Mari Carmen, que ha estado ingresada en el hospital Carlos Haya. Ella y mi hermano Carlos, su marido, son también muy agradecidos. Le llevé una revista para que se entretuviese.
Muchas veces nos sentimos solos porque nadie viene a vernos y eso es desagradable, habiendo familia y amigos que se alegran de verle e uno y no cuesta trabajo ni dinero hacerles una visita.
Lo mismo que visitamos nos gusta que nos visiten, porque nos sentimos solos y nos gusta ver a la familia y a los amigos. Si te aburres en casa, visita a alguien, te sentirás bien.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 23 de noviembre de 2018

LOS NIÑOS QUE PASAN HAMBRE


Se cuentan por millones y parece que nadie se da cuenta que están ahí,  pasando hambre, sed, frío, calor, falta de medicinas, un techo que los cobije, una cama para dormir y todas las necesidades habidas y por haber y nadie nos acordamos de ellos.
Son personas como nuestros hijos y mueren y sufren cada día por falta de un trozo de pan, que a nosotros nos sobra y que tenemos medios para hacérselo llegar, por muy recóndito que sea el lugar donde viven.
Están en la tierra y son pequeñitos hermanos nuestros y no nos acordamos de ellos. Vivimos felizmente, pues nada nos falta y andamos nuestro camino equivocadamente, sin mirar para atrás, ni un solo día de nuestras vidas.
Hay organizaciones que se dedican a ayudar a los más necesitados, pero necesitan medios, o sea, dinero para realizar su trabajo, que lo hacen sin ánimo de lucro. Nosotros, todos, podíamos poner un poquito de nuestra parte para ayudar a estos niños, tan dulces como los nuestros.
Los gobiernos de los países ricos, entre ellos. Entre, entre ellos España, podían dar del Producto Interior Bruto un poco para paliar las necesidades de estos niños, que no tiene culpa de haber nacido en un país pobre.
Imagínate que son tus hijos. Te gustaría que alguien les diera algo de comer ¿No? Pues como si lo fueran, son hijos pequeños de Dios, que no los olvida y que sufre por ellos mientras nosotros vivimos felizmente comiendo ricos manjares, buena bebida y bajo un techo de reyes. Pues lo mismo son aquellos y se merecen lo mismo.
Es cuestión de desprenderse de algo y dárselo a ellos que tienen que comer, como nosotros, todos los días. No nos moriríamos por eso y ganaríamos en valores morales, que valen más que el oro.
Somos ruines ya que no somos capaces ni de dar una pequeña moneda a un pobre, que pide en una esquina, esperanzado en nosotros, en que se abra nuestro corazón.
No lo dudes y empieza hoy mismo a ser solidario.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 22 de noviembre de 2018

LAS CALLES DE MI BARRIO


Son casi todas pendientes, ya que vivo en la ladera de una montaña. Eso si, están todas asfaltadas u hormigonadas. Las más grandes van todas a salir a ciudad jardín, que si es llano, tiene muchos comercios y grandes aceras para pasear.
Hay calles cortas y largas y algunas con escalones, otras no tienen salida para coches. La mayoría son estrechas, pero están bien iluminadas de noche. No tienen mucho tráfico de coches, por lo que invitan a pasear.
En el barrio hay pocos comercios y bares, pero en Ciudad Jardín si. No hay mucho sitio dedicado para aparcar coches, por lo que algunas veces lo hacen en las aceras. Tres calles principales bajan de Mangas Verdes, a saber C/ Oloroso, Francisco López López y Morritos altos.
Algunas son de un solo sentido de circulación. Los autobuses se ven negros para llegar al barrio.
Es un barrio de trabajadores. No hay nadie rico en él. La mayoría de las viviendas son casas bajas. Apenas hay edificios en él. Hay colegios e institutos donde estudian l@s chic@s del barrio.
Apenas hay algunas tiendas de comestibles y un bar, por lo que para comprar hay que bajar a Ciudad Jardín.
Hay muchos callejones estrechos y con escalones o sea no está bien urbanizado. Cada cual hizo su casa donde pudo y ahora resulta un barrio un poco estrecho.
La última calle que han arreglado es el Arroyo Aceiteros, que estaba de tierra y lo han dejado de maravillas. Con sus aparcamientos y amplias aceras para pasear.
Por las mañanas mucha gente baja a Ciudad Jardín a comprar, porque aquí hay más variedad de productos y más baratos.
Los coches no corren mucho por nuestras calles porque suelen encontrar peatones.
Si quieres visitarnos, serás bien acogido por todos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.