miércoles, 15 de noviembre de 2017

LOS NIÑOS DE HOY

…Serán, evidentemente, los hombres y mujeres de mañana. Por eso debemos cuidarlos bien, sobre todo en cuestión de educación. Los niños tienden a ser rebeldes, pero si ven en sus padres que les tratan con cariño, que les dicen como se tienen que comportar, pero sin pegarles ni regañarles con dureza, nuestros niños nuestras niñas, tenderán a ser nobles, sin ser tontos.
Los padres son pues, los que le dan la educación a sus hijos: como deben comportarse, tratar con respeto a los demás, no ser envidiosos, no ser rencorosos, no dar voces, sino hablar con los demás niñ@s y mayores tranquilamente, con argumentos, de forma tal que puedan llegar a un acuerdo sin vociferar, les enseñan a querer a sus hermanit@s, a jugar con todos los niñ@s, les dará sus primeras lecciones morales conforme a sus ideales.
Después irán a la escuela para formarse y ser hombres y mujeres de provecho. Unos estudiarán más, otros menos. En el mundo tiene que haber de todo, desde profesionales de la construcción o pintores hasta altos Magistrados, políticos, empresarios y un sinfín de oficios.
Es conveniente que los jóvenes se formen bien, porque hay mucha competencia, al haber poca oferta y mucha demanda de empleos.
Desde niñ@ saben ya lo que les gustaría ser de mayores. Padres y profesores deben apoyarlos y ayudarles a que consigan su propósito, dado que ell@s serán más felices y producirán más.
No es más feliz el que gana más dinero, sino el que desempeña el oficio que le gusta desde muy niñ@. Padres y educadores deben preguntarles que qué quieren ser de mayor y hacer lo posible porque sus deseos se cumplan. No hay profesiones u oficios malos, los hay que no son el que les gusta a nuestros hijos. Además, se debería cambiar de empleo cada seis o siete años, para evitar la monotonía.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 14 de noviembre de 2017

AYUDAR EN CASA

Ya trabaje el hombre, la mujer o ambos, viene a ser igual, hay que echar una mano en casa. Si trabaja fuera de casa el hombre, opviamente, la mayor carga de la casa y los niños, será para la mujer. Si trabaja la mujer, por la misma regla de tres, la mayor carga será para el hombre. En ambos casos el que trabaja fuera tiene la obligación de ayudar al que soporta el llevar todo el peso que supone llevar una casa para adelante.
El gran problema viene a suceder cuando ambos trabajan fuera. Tienen que organizarse muy bien, para ocuparse de los niños y de la casa, después o antes de ejercer su profesión.
Entre ellos y sus hijos se tienen que organizar para que la familia no sea un desastre. Si la pareja tiene la suerte de trabajar uno de mañana y el otro de tarde, tienen más posibilidades de éxito en la aventura que es estar casados y con hijos.
Yo vivo con mis padres, ambos incapacitados y yo enfermo mental. Pues los tres hacemos nuestras cositas y junto a la ayuda de una asistente que tenemos tres ratos, otros tantos días a la semana, vamos echando la casa para adelante.
Normalmente, mi madre hace la comida, mi padre le ayuda. Yo hago la compra y ayudo un poco en casa. La asistente limpia y hace algunas cosas.
No es suficiente con esto. Llevaba mi madre meses diciendo que había que hacer una limpieza a fondo, limpiar los altos de los muebles ropero, detrás de estos, lo mismo con el mueble del comedor, cocina, neveras y limpiar algunos rincones “olvidados”. Pues bien hoy, sábado, cuando he llegado de la compra, sin mediar palabra, me he puesto a limpiar todo esto y más.
Mi madre decía que había que desocupar los muebles, pero yo, que soy un “pelin” bruto, los he movido con todo dentro. Al final, todos contentos, mi madre por tener la casa limpia, mi padre por otro lado y yo satisfecho de una tarea bien hecha.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 13 de noviembre de 2017

CIUDAD SUCIA

Es una vergüenza para los malagueños el ser una de las ciudades más sucias de España. No hay nada más que ver cualquier calle, llena de papeles de toda clase, latas, paquetes de tabaco, cáscaras, plásticos, colillas de tabaco y un sinfín de porquerías que, a pesar de haber papeleras, no las usamos apenas.
A pesar de que los servicios de limpieza se esfuerzan en su trabajo, al rato las calles están otra vez igual. Se sacan a la calle muebles y enseres el día que no les corresponde a una barriada dada y ocupan las aceras una semana, hasta que Limasa se los lleva. Hacemos cada uno lo que nos viene en gana y así nos van las cosas.
No cuesta trabajo, al ir paseando y bebiendo un refresco, por ejemplo, esperar un poco y cuando veas una papelera o cuba de basura depositarla allí. Evidentemente es más fácil tirarla al suelo.
Mal pensamos que tenemos un servicio de limpieza, que pagamos con nuestros impuestos. Este servicio está para mantener la calle limpia de hojas de los árboles y otras suciedades que genera, sin remedio la ciudad.
Menos mal que los vecinos, de las barriadas, barren su puerta y algunos la limpian con su manguera particular.
Desde aquí quiero darles mi más cumplidas gracias a estos señores-as, que no les importa trabajar un poco, por no ir pisando mierda.
Para mierda, la de los perros, que no todo el mundo recoge sus cacas y, en un momento dado, podemos pisar una lagareta  y ponernos el zapato que no sabemos cómo nos lo vamos a limpiar.
Bastante hay con la orina de estos animalitos, que no se puede recoger.
El Ayuntamiento podría habilitar parques caninos, donde los perros pudieran hace sus necesidades tranquilamente.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 10 de noviembre de 2017

EN LA FLOR DE LA VIDA

Dicen encontrarse algunas personas mayores. A pesar de sus años salen a la calle, dan su paseíto, hacen la compra, se toman un café y cuando les llega la hora, se van para casa con una sonrisa en los labios. Casi da envidia verlos tan rozagantes (dispuestos).
Yo conozco a una mujer con más de noventa años, que sale todas las mañanas temprano a charlar con sus amigas, a ver a su hija y a desayunar tranquilamente en un bar, donde se está toda la mañana. Dato curioso de esta señora es que no le falta ni un diente.
También conozco a un señor, con 92 años, que está más dispuesto que yo con 53. Es una alegría verles tan bien, a pesar de su edad. No son estos dos los únicos, hay bastantes, que aunque tengan que usar garrote, dan largos paseos; más largos que yo incluso. Es curioso.
Hay otros, por desgracia, que les cuesta dar un pequeño paseo. Sin embargo, lo dan y luchan cada día por su vida, que es una flor de sabiduría y bonanza. Yo lo sé porque hablo con ellos. Muchos se sienten solos y cuando se les habla, lo agradecen y alguno, si le parece, te cuenta su apasionante vida, que no termina aquí, porque se sienten jóvenes y con ganas de vivir.
Ejemplo deberían ser para nosotros, con menos años y que nos duele todo. Ellos han comido poco, pero sano. Sin embargo nosotros no comemos nada más que porquerías, como conservas, bocadillos, hamburguesas, patatas fritas y similares, bebidas enlatadas, comida precocinada, comida enlatada (que por cierto está malísima).
Ojalá que duren todos muchos años, ya que es una verdadera pena perderles. Su experiencia no guía por el buen camino, nos alienta cuando estamos tristes, nos hace ver la vida con otros ojos.
Algunos se montan en los autobuses y dan grandes paseos (los que no pueden andar mucho), hablando con los conductores de estos.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA. 

jueves, 9 de noviembre de 2017

LOS MENDIGOS

Son como otra persona cualquiera y tienen derecho a vivir dignamente. Algunos incluso duermen en la calle, ya haga frío o calor, llueva o nieve.
Son muy pocas las personas que se acuerdan de ellos y les da una pequeña limosna para que puedan comer algo, al menos. Con la escusa de que “trabajen” o “se lo gastará en drogas” es suficiente para que no se ablande nuestro duro corazón y miremos hacia ellos.
Hay algunos que están enfermos, no tienen médico y no pueden trabajar. Otros son impedidos, porque les falta un brazo o una pierna, tienen cáncer, el sida o innumerables enfermedades, que con el tiempo le acarrarán la muerte en la calle. Incluso sin atención médica.
Me dan mucha pena esos hombres, esas mujeres que su casa es la calle, por la circunstancia que sea, viven marginados y nadie los defiende. Cuando ven uno les hacen un rodeo para que no les pida.
No tienen con quien hablar y son los creyentes de las distintas religiones, los que menos los apoyan. Paradógico ¿no? Pues es la cruel realidad y son muchos. Nosotros pensamos: “yo no le voy a dar a todos”, pero es que no le damos a ninguno. Somos muchos y si uno le da a una de esas personas, otro le dará a otra y con un poquito ellos hacen su apaño y besarán nuestro corazón, que buena falta le hace.
Ellos piden o mejor dicho, no piden nada, se ponen en una esquina con un platillo, esperando pacientemente que alguien le dé algo de dinero. Si les hablas comprobarás que son bellas personas, como tú y como yo.
No son raros ni aprovechados, por lo general, y merecen el apoyo de las clases medias, porque los ricos no sueltan ni un chavo. El mundo podía mejorar mucho si tuviésemos caridad, esa cosa tan cacareada en las reuniones de las distintas religiones, en sus lujosos y floreados edificios, donde solo hay maldad.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA. 

martes, 7 de noviembre de 2017

LAS MARÍAS


Es como denominamos popularmente a las féminas, pero no debemos desprestigiarlas porque son más inteligentes, fieles y trabajadoras que los hombres. Por su parte, ellas, deben respetarnos y no considerarnos tontos, ni aprovecharse de nuestra debilidad y nobleza.
No hay sexo mejor o peor, hay hombres y mujeres, que si bien somos distintos, nos compenetramos y hacemos pareja (muchas veces feliz, durante muchos años, hasta que la muerte nos separe).
Un hombre que lo es, debe querer, mimar y aceptar los pequeños defectos de su mujer para que haya buen royito.
El sexto sentido de la mujer (mala, se entiende) es el que le hace querer dominar al hombre (perderle el respeto). El hombre, por su parte, debe aconsejar a su mujer, como cabeza de familia, en los momentos malos.
La violencia de género no debía existir. Tenemos boca para hablar y resolver los problemas. Una cosa parecida a los políticos (discuten, pero no se meten mano el uno al otro y mucho menos lo mata, como ocurre con los hombres y mujeres).
Donde hay pareja “perfecta”, no hay grandes problemas. Todo lo más queda en discusiones, que acaban con un beso y un te quiero cariño.
Tanto ella como él deben ser fuertes por dentro para afrontar los problemas de esta vida. Tener tesón para saber cuando hay que hablar a las Marías, cuando hay que hablar a los José.
María es un nombre afectivo o despectivo, según se pronuncie. Que nadie se ofenda porque su pareja, con buenos modos, le llame Pepe o MarÍa, es una forma cariñosa de llamar a su chatín, a su Mari u otro nombre que usan los espos@s.
Pepe, respeta a tu Mari. Mari, respeta a tu Pepe.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 6 de noviembre de 2017

MIS GATOS


Tengo dos gatos. Una hembra que se llama panda y un macho, que se llama tigre. La hembra ha tenido la cría hace pocos días, tan solo tres gatitos. Ya la tuvo otra vez, en aquella ocasión cinco gatitos. Si de primeriza tuvo cinco, yo ahora esperaba otros cinco, por lo menos. Los gatitos se los vamos a dar a un muchacho que quiere criarlos. Eso será cuando sepan comer por si solos o de un biberón.
Un día antes de tener la cría, panda se subió a una ventana y no se podía bajar. Subí y la bajé. Al rato se había subido otra vez. Subí de nuevo y la bajé, la regañé y le eché de comer. Bueno, pues nos acostamos y a la mañana siguiente, se había hecho caca y pipí en el sillón que allí hay.
Son un caso para no contar, mis gatos. Se salen de casa y luego no pueden entrar y hay que estar pendientes de ellos.
Cuidarlos no es solo echarles de comer y beber y limpiar lo que ensucian, hay que estar todo el día pendiente de ellos.
A pesar de todo yo estoy muy contento con ellos, porque son cariñosos, se acercan a uno y se resfriegan contra las piernas, vienen cuando se les llama y el macho maulla cuando pronuncio su nombre. Esta es su forma de dar su cariño.
Si seguís mi facebook ya los conoceréis, porque yo he subido fotos de ellos. Son bonitos ¿verdad? Las últimas que subí fueron panda y tigre descansando y pequeña camada.
Si te gustan los animales adopta un perro, un gato, un pájaro, un hámster, peces…
Entretienen mucho, pero ten en cuenta que tienes que cuidarlos, que dan sus problemas también. Te digo esto para que sepas que no es solo mirarlos, acariciarlos y decir: qué bonito-s son.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.