martes, 13 de junio de 2017

LA PACIENCIA

Es una virtud que pocas personas tienen. Yo soy impaciente a más no poder. Me cuesta esperar cualquier cosa: una cita médica, un acontecimiento, un día señalado… Lo que hace que mi vida no sea lo grata que pudiese ser.
En una sociedad como la que vivimos, tenemos que ser pacientes, porque las cosas de palacio van despacio. Entre cita y cita, tenemos que vivir, disfrutar, comer y beber con paciencia.
Tenemos que ser tranquilos y esperar con paciencia los acontecimientos señalados, que son los menos, y afrontarlos de la mejor manera que proceda.
 Al final siempre llega ese momento que esperamos con deseo y las cosas sucederán como tengan que suceder.
La tranquilidad hace la felicidad, si esperamos tranquilamente, la vida va transcurriendo apacible y seremos más felices contra más tranquilos.
La paciencia es la ciencia del cerebro. Para nosotros, personas con enfermedad mental, muchas veces carecemos de este bien. Quizá por eso no nos entendemos con las demás personas.
Somos personas como los demás y debemos ser respetados por las otras.
Con paciencia se consigue todo en esta vida, el cariño, la felicidad, los bienes terrenales y morales.
Planea tu vida de cara a ser feliz, consíguelo todo o casi todo tranquilamente, sin nervios, sin impaciencia y con mucho amor a todos.
Te deseo todo lo mejor para ti y los tuyos material y moralmente y que tu vida esté orientada siempre hacia hacer el bien a todos (seres queridos o decsonocidos). Que tu vida sea dichosa.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 9 de junio de 2017

SUEÑO

Sobre todo cuando estoy despierto, con un mundo mejor. Donde no haya sufrimiento, trabajar no cueste esfuerzo (sino que sea un gozo), que no haya maldad, que tengamos todo lo que necesitamos, que seamos felices, que no nos falte de comer y beber….
Quizá yo pido demasiado, pero sé que lo conseguiremos, más pronto o más tarde y que viviremos para siempre. Cuando se tiene comodidad en esta vida, no se piensa en la otra. Yo sufro en esta vida porque sé que la otra es muchísimo mejor.
En mis escritos hablo de esa vida más allá de esta. Si los lees veraz mi creencia en “algo” mucho mejor y para todos. El mundo tiene muchos males: enfermedades, hambres, guerras, odio, tristeza…En definitiva, el que más el que menos, nota que le falta algo.
Eso que te falta vengo yo a ofrecértelo yo desde hoy y para siempre, con tan solo con la condición de creer que es posible.
Tanto hablar de Dios y no creemos en la VIDA  eterna. No es normal. Tras esta vida, hay otra, pero no la vemos, porque nos acomodamos a esta. En España vivimos bien y eso hace más difícil creer en el Cielo.
Mi deseo es que te lo piense un poquito. Que aquí no se está tan bien. Ya sé que hay que vivir, pero orientados hacia la otra vida, que nadie cree en ella, pero que existe y está próxima a llegar a nosotros.
Solo hay que ser sinceros. Primero con nosotros mismos y luego con los demás. Hablar con todo el mundo, no ser egoístas, dar algo de limosna, saludar a algún desconocido (la próxima vez, ya os conoceréis y sobre todo tener fe.
Coge lo que te valga de estas palabras y desecha lo que no va contigo y seamos amigos de corazón y del alma.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 8 de junio de 2017

A LA LUZ DE LAS VELAS

O de un candil, un quinquel, luz de butano…nos alumbrábamos no hace tanto tiempo.
Decimos que la vida hoy es cara, pero no nos damos cuenta de las comodidades que tenemos, luz eléctrica, hornilla eléctrica, horno microondas, agua caliente a todas horas, televisión, teléfono móvil…
No nos damos cuenta de que, no hace mucho tiempo, no teníamos tantas comodidades, que ahora con apretar un botón tenemos aire fresquito, en verano y calefacción en invierno. Tenemos más ropa, más calzado. En definitiva, vivimos mejor.
Yo de pequeño vivía en el campo y me he alumbrado, para estudiar, con un candil (lámpara de aceite). Ahora todo eso se ha perdido y nos quejamos cuando vienen los recibos de la luz, del agua, del teléfono…
Es de comprender que tenemos que hacer un esfuerzo, para tener todas estas comodidades. No siempre hemos tenido agua corriente en casa, ni DVD, ni televisión de plasma.
Debemos adaptarnos a las nuevas condiciones de vida. Tampoco no siempre hemos tenido coche (uno para cada miembro mayor de edad de la familia) y/o moto para ir al trabajo o a pasearnos.
No siempre hemos tenido trabajo con vacaciones pagadas, días de asuntos propios, cuarenta o menos horas semanales. No siempre hemos tenido cuatro o cinco ropas distintas para vestirnos, cuatro pares de zapatos, sandalias, chanclas para andar por casa…
Por eso debemos luchar por no volver a la luz de las velas. Que la sociedad evolucione, pero que no decaiga.
Que vivamos lo mejor posible, pero sin abusar. Lucharemos con coraje para que esto sea posible y que lo tengan el mayor número de personas.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 6 de junio de 2017

CELOS

El hombre quiere y siente cariño por su mujer y la quiere solo para él. Cuando este cariño es excesivo se convierte en celos y es cuando viene la violencia de género. Violencia que no debería existir, porque si no le conviene lo que hace su esposa, con separarse de ella ya basta.
En la violencia de género, en un 99% sale perdiendo la mujer, ya que es matada por su esposo, que muchas veces se pega un tiro o se arroja desde un sexto piso. Esto da que pensar, porque cuando el hombre consiente matarse a sí mismo, después de haber hecho lo mismo con su mujer, es porque hay algún motivo grande. Por algo lo hará.
Celos es, en nuestra sociedad, cariño excesivo, no querer que la pareja salga ni entre. Pensar mal de las que son menos infieles que nosotros.
Querer no es malo, lo malo es cuando se excede de los límites normales. Es ahora cuando el hombre pega, maltrata y hasta mata a su mujer sin importarle las consecuencias.
Hay que perdonar y sobre todo dialogar para no llegar a estos extremos. No hay nada más bonito que una pareja de ancianos que han criado a sus hijos y aun sigue viva en ellos esa llama del amor.
En nuestros días esto casi no se ve, porque las parejas se separan o divorcian, por no llegar a un entendimiento. El hombre tiene más culpa, porque siendo más infiel, siente celos infundados de su mujer.
Deberíamos aprender el hombre de la mujer y la mujer del hombre, para que las parejas se quisieran siempre y si hay algo raro, hablarlo y no emprenderlo a golpes con su pareja o echarla de casa o cientos de cosas que se hacen y que no están bien.
Esto ocurre porque el amor va cambiando, desde cuando son novios a cuando tienen hijos, cuando estos son ya son mayores…y no sabemos asimilarlo.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 5 de junio de 2017

EL HOMBRE DEL LORO

EL HOMBRE DEL LORO
28-05-2017
El loro es la palabra que define vulgarmente, a la radio. Pues bien uno de esos hombres es mi buen amigo Pepe. Se pasa el tío doce horas con la oreja pegada a este aparato, entre deportes, música y noticias.
Bien visto es, este medio de comunicación, mejor en cierto sentido, que la televisión, la prensa o el ordenador. Es antiguo y pasado de moda, pero da un servicio que para si quisieran otros.
Con un simple aparato de radio podemos estar bien informados, en las distintas emisoras que tiene, oir música, programas divulgativos, reportajes de todo tipo, informativos y todo lo que puedas desear.
A mi amigo Pepe lo que más le gusta es el deporte, en especial el futbol. Como vive con un compañero que no le hace mucha compañía y no tiene muchas cosas que hacer, pues pone su radio y pasa los días agradablemente. Informado en todos los sentidos.
Tiene música de todos los estilos. A él, como a mí, le gusta la romántica. Don José, como gusta que le llamen, se lo pasa bien con su radio y los días se le hacen más agradables.
Yo lo que quiero señalar es que, a pesar de las nuevas tecnologías, la televisión, la prensa…la radio no muere.
Yo también, a veces, oigo la radio y es agradable como los locutores narran, los innumerables temas que el oyente puede desear.
Con veinte euros te puedes comprar una buena radio y con dos pilas o si prefieres con luz eléctrica, tienes a la mano, y por donde quiera que vayas unos temas variopintos de programas.
Elige el medio de comunicación que quieras, pero no olvides la radio, como mi amigo Pepe.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 2 de junio de 2017

LAS COSTUMBRES

No somos, muchas veces, capaces de improvisar. Quizá por eso nos salen nuestros asuntos mal. Ante una situación dada, hacemos lo que tenemos por costumbre y no lo que realmente conviene en ese momento.
Si alguien nos da un consejo, lo tomamos o lo dejamos, pero siempre tendemos a hacer lo que tenemos por costumbre hacer y por eso, quizá, nos salen las cosas mal.
Esto es malo, porque parecemos robot y no seres racionales, personas capaces de cambiar nuestro destino y cambiar el mundo con nuestro libre alvedrío, o sea la forma de hacer algo.
Cuando vamos a algún sitio siempre cogemos el mismo camino y, a lo mejor hay otro más indicado, para los planes que tenemos para hoy. Eso mismo, hoy es lo importante, mañana ya se verá.
Solemos decir que tenemos que hacer tal o cual cosa y no puedo entretenerme en hacer otra. Por eso quizá, algunas veces las cosas nos salen mal, cuando con un poco de esfuerzo podemos cambiar nuestro sino.
Cuando vamos de camino hacia algún destino, siempre vamos por las mismas calles, cuando por otras atajaríamos nuestro recorrido. Todo ello por miedo a equivocarnos y temer que todo nos salga mal.
Hay que ser valientes y prudentes al mismo tiempo, con eso conseguiremos un día a día más innovador y divertido.
Con la edad se aumenta el riesgo de hacer lo de costumbre y seguir siempre los mismos caminos, con lo que se hace monótona la vida.
Cada cual que proceda según él crea conveniente y no sea manipulado por nadie y que deje, algunas veces de hacer lo acostumbrado, que deje de ser un robot andante por esta vida y tiempos que nos ha tocado vivir.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.   

jueves, 1 de junio de 2017

TIGRE Y PANDA

Son mis dos gatos. Tigre un macho y panda una hembra, que a pesar de ser cachorros, panda ya está preñada y pronto nos traerá nuevos gatitos a casa. Por cierto que no sé qué vamos a hacer con ellos, porque con dos, ya tenemos suficiente.
Son muy cariñosos y les gusta mucho jugar. Corretean por el patio, se suben a un níspero que tenemos…
Tigre sale a la calle y panda todavía no. Cuando se cansa maulla para que le abramos y entra. Son muy traviesos, lo tiran todo, la escoba, el recogedor, algún cubo vacío, pero su cariño es superior a todo eso.
Cada día les limpio sus cacas, les echo de comer y beber. Son una alegría, porque hay que estar pendientes a ellos, sino se meten en casa. Hasta ahora no han tocado nada de comer que haya en la cocina.
Tigre se llama así porque tiene rayas negras y claras a lo largo del cuerpo. Panda es el nombre de la gatita, porque parece un oso panda.
Tigre me contesta, cuando lo llamo, con un miau que llega al alma. Yo los quiero mucho a los dos a pesar de lo traviesos que son. Cuando los llamo acuden raudos, esperando que les eche de comer. Si salgo al patio, no me dejan andar, porque se rozan uno y otra conmigo. Tigre va a donde yo vaya, sin alejarse de casa. Ambos son cazadores natos. Cualquier bichillo que ven, lo acechan hasta que lo cazan.
Parece mentira lo que entienden los animales. Tan solo les falta hablar. Si se les regaña, se retiran. Teniendo comida, agua y compañía, son felices.
Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños y creo que es verdad, porque mis gatos y yo tenemos cierto parecido en el comportamiento.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.