DE CARAS LARGAS
24-11-2021
Cuando sale uno de casa, hay que dejarse los problemas de ella
allí. No vale el ir de capa caída por la vida y si alguien te saluda, no contestarle
o en el trabajo, estar amargado, sin ganas de hacer las cosas como Dios manda,
con alegría y buen hacer. De la misma manera, si has tenido un mal día en el
trabajo, no es bueno llegar a casa discutiendo con la mujer y los niños. Deja
los problemas del trabajo en él y entra en casa dando un beso a la mujer y los
niños.
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En cualquier caso, píntate una sonrisa en los labios y saluda
a todo el mundo. No vayas por ahí propagando el pesimismo y que la gente diga
de tÍ que eres una bella persona, simpático y agradable con toda la gente y que
no tienes malas pulgas con nadie. Los demás no tienen culpa de que a ti te vaya
mal en casa o en el trabajo.
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La alegría nace del corazón. Que el tuyo sea optimista y vea
el mundo de colores bonitos y no negros, propio de una persona pesimista, que
va derrochando malos augurios por donde quiera que pasa. Todos tenemos
problemas, en casa, en el trabajo y en nuestra vida social, pero no podemos
transmitirlos, con nuestro comportamiento a las demás personas.
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El tema que nos ocupa es polémico, porque podemos pensar que
a mi que me importa lo que hagáis o dejéis de hacer. Mi intención, es daros
solamente un consejo. Por ejemplo: tú saludas con alegría a una persona y esta
no te devuelve el saludo o te dice unmh!. Es una mala forma de afrontar la vida,
que tiene más desgracias que cosas buenas, por eso he decidido hablar de este
asunto.
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Un buen consejo para llevar todo esto a cabo, es confiar en
la buena fe de la gente. Hazme caso, serás más feliz y harás dichosa a la gente
que te rodea, en casa, en el trabajo, en la calle, dando un tranquilo paseo… Sé
modesto y no un echao palante, que de todo sabe y no seas un creído, que te consideras
el mejor del mundo, siendo todos, más o menos, iguales. Personas al fin y al
cabo que tratan de abrirse camino, en una vida un tanto austera y difícil de
llevar.
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Hagámosla, con nuestro comportamiento un poco más agradable y
no lo contrario. Es cuestión de proponérselo. Ponte manos a la obra y verás que
da buen resultado.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.
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