jueves, 26 de octubre de 2017

MUNDO ACTUAL

Cuando solo acabamos de empezar el siglo XXI, el mundo nos trae una serie de problemas de calado, que merece la pena reseñar, aunque sean, un poco, de mal gusto.
Por un lado, Corea del Norte, provoca a las grandes potencias con el lanzamiento de misiles nucleares, que van al Pacífico pasando por encima de Japón. No sabemos si con carga nuclear o no. El presidente de este país no parece que esté muy bien de la cabeza. Nada más hay que ver la expresión de su cara, como se ríe, cuando sale por televisión.
Creerá que es un juego de niños. Que no se ande con tonterías, que no tiene solo en contra a EE.UU. sino también a Rusia, a China y a la OTAN.
En los tiempos que vivimos parece mentira que los problemas no se solucionen por la vía política. Todo radica en el ansia de poder y de dinero que ha habido siempre, en cualquier época de la historia y las habrá mientras el mundo sea mundo. No creo que haya una tercera guerra mundial, porque está en juego nuestra casa: la tierra.
Por otro lado está la guerra de Siria, que se lleva ya cobrada un buen puñado de civiles inocentes y militares. También otras guerras.
También están los terremotos de México (de más de 7 grados), con cientos de muertos, quizá miles, dejando el país destrozado.
Por otro lado están los tifones que asotan  a América. Han llegado a ser de grado 5 (el máximo), que luego se convierten en tormenta tropical, dejando lluvias muy cuantiosas y un reguero de muertos y damnificados, superior al que los equipos de emergencias pueden atender.
Por si fuera poco, tenemos a los inmigrantes, que huyen de las guerras y de los países más pobres, que gastan los ahorros de toda una familia para mandar en una patera al “elegido”, que no saben si llegará o morirán ahogados y si llega, es posible que repatríen, frustrando su sueño.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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