viernes, 31 de agosto de 2018

COMER FUERA DE CASA


Es algo que no todo el mundo se puede permitir, ni siquiera esporádicamente. Es un placer cambiar el menú de casa y comer fuera en un restaurante, aunque sea barato y no a la carta, sino un menú barato.
Yo no soy muy pudiente, pero, de tarde en tarde, me gusta cambiar de ambiente, por ejemplo, comiéndonos una paella con mis amigos en el jardín, con mis amigos Pepe y Antonio. Cuando cobre la extra de invierno, quiero traer a mis padres a que disfruten un poco, en el restaurante citado y, de esta manera, que mi madre no tenga que fregar los platos ese día.
Ustedes diréis que me pego la vida padre, pero no es así. Yo, por las mañanas, me dedico a andar y a la vez hago la compra. Luego almuerzo y me voy a la asociación, a pasar mis artículos a ordenador, mandárselos a mis contactos, publicarlos en Facebook y guardarlos en un pendrive. En los ratos libres, ayudo en casa y, como ahora, me pongo a escribir.
Los sábados también voy a Al-Farala y los domingos me voy a desayunar con mi amigo Pepe, unos churritos, que compramos una semana uno y otra semana el otro y los gastos también los pagamos a medias. Yo me río con Pepe porque no me da ni un cigarro de más. Una vez da uno y otra el otro.
A mi me gustaría compartir ese poco de dinero que me sobra con los más pobres. Yo doy alguna limosnilla, pero poca cosa. Si diésemos un poco más cada uno, el mundo estaría de otra manera.
Pero aquí estamos para hablar de comer. Yo he comido dos veces en el papulinos, que es un restaurante de cierta categoría. Una vez con Pepe y otra vez solo. Me pedí, las dos veces, un filetón de ternera lechal, que estaba para chuparse los dedos, y una buena ensalada.
Por lo demás, yo he comido fuera por exigencias del trabajo, ya que he sido camionero y comía donde daba la hora de comer. Siempre un menú, no a la carta, no como en el papulinos que me puse morado.
No muchas veces he comido yo fuera. Siempre que podía, me llevaba la comida de casa, que es más sana y económica.
Si un día puedes, aprovéchate, date un homenaje con tu familia o amigos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

jueves, 30 de agosto de 2018

EL JARDÍN DE LOS DESEOS

No me vengo a referir a los deseos morbosos, sexo ni sensuales. Me refiero a los deseos del alma: vivir feliz y para siempre, no tener que trabajar, no tener necesidades carnales (comer, beber, sufrir enfermedades y tener que ser sanados), tener que salir de casa, tener que buscar pareja, nacer, crecer y luego morir.
Lo que yo deseo es amar y ser amado, por ángeles como nosotros , cuando subamos al Cielo, no sufrir miedos, no pasar falta de nada, vivir con todos mis hermanos en completa armonía, no tener que tomar medicinas, no tener que comer y luego deponer.
La completa felicidad está más cerca de nosotros de lo que creemos. La tenemos al alcance de la mano y está presta a venir por nosotros como prometiera Jesús: “no temáis que ni un cabello de vuestra cabeza se perderá”.
Ahora no nos podemos imaginar como será eso, porque andamos sumidos en las necesidades de esta vida, que son muchas. Allí no existen. Estaremos saciados de todo. Aquí estamos de paso, de prueba, a ver si somos capaces de sobreponernos a los deseos de este mundo: grandeza, tener de todo y sobrado, ser mejores en todo, cuando lo que Dios quiere es que seamos humildes y ayudemos a los más desvalidos.
Cuando menos lo esperemos, todo eso estarás aquí.
El dinero no es buen consejero. Dice Jesús: Es más fácil que un camello entre
el ojo de una aguja, que un rico entre en el Cielo”” Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene  al Padre si no es por mí”.”Buscad y hallaréis””Pedid y se os dará””El que se enzalza será humillado, el que se humilla será enzalzado”. Él cumplió y cumple su promesa, que es estar por nosotros.
                                                                                                               JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 29 de agosto de 2018

EL TREN DE LA ALEGRÍA


Es un tren maravilloso en el que montamos todos cuando nacemos, nos lleva por bellos paisajes, ciudades monumentales, pasamos junto a lagos preciosos, vemos animales de todas las especies, bajamos a valles, pasamos por desiertos y junto a mares, visitamos los polos, con sus hielos…en fin, que hacemos un viaje de ensueño, por todo el mundo y vemos todo lo bello que hay.
No hay persona que no se suba en este tren, paradisiaco, que lo mismo va despacio que a gran velocidad. Su destino no tiene fin. En él va gente de todas las naciones, de todas las razas, niños, mayores, ancianos que van compartiendo un viaje inenarrable.
Aquí hay sitio parta todos, te puedes montar en cualquier estación. Cuando subas, ya seas niño o mayor, no te querrás bajar, porque es cómodo y en él puedes realizar todas las cosas, que hace cualquier persona en toda su vida, desde comer y beber, hasta de disfrutar de vacaciones pagadas. Te puedes bajar en una estación, visitar esa bella ciudad y volver a montar y proseguir el viaje hacia el país del nunca jamás.
Puedes viajar con la familia, con los amigos y con quien te apetezca. Aquí cabemos todos, no tiene aforo limitado. Todos los viajeros se llevan bien. Aquí no caben los malos modos, las rencillas, los enfados y la mala gente. Es un tren para viajar y disfrutar.
Si alguien no te cae bien, te vas a otro vagón, que seguro allí encontrarás amigos, compañeros de viaje, con los que habar, tomarte algo en la cantina del  tren y proseguir el viaje hacia otro  país, donde conoceremos gentes extranjeras, pero que hablan nuestra lengua.
Lo más bonito del viaje es que no cuesta dinero. No tiene que llevar la cartera, para pagar el viaje, la comida, la bebida, la ropa y toda cosa que podamos necesitar.
En el tren viajan gente de todos los oficios, desde albañiles, carpinteros, fontaneros  hasta políticos, jueces, banqueros. Cada uno cumple su función, pero no cuesta trabajo trabajar. Este es el tren de la VIDA.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 28 de agosto de 2018

EL AMOR BRUJO


En la pareja un@ siempre sufre y es porque el amor es brujo, de conveniencia y en realidad, no hay amor, sino brujería, aprovechamiento por parte del bruj@, el despabilado de la pareja.
Puede ser él, puede ser ella, pero siempre o casi siempre hay un bruj@ en la pareja, que se aprovecha de la sencillez de su compañero, para hacer sus brujerías y una vez le ha sacado la sangre, lo deja en la calle, sin dinero, sin hijos, con lo puesto y esta suele ser la mujer, astuta como la serpiente, que solo quiere su conveniencia.
Aunque sea brujo, sigue existiendo el amor, porque sino, se acabaría el mundo, ya que no vendrían hijos. Sería este el peor de los casos, que podrían ocurrir a este mundo, de hombres y mujeres, obligados a entendernos, porque así lo quiere Dios.
A este mundo hemos venido a ganarnos la VIDA, la verdadera, que es eterna en el CIELO. Pero esto lo tenemos un poco o mejor dicho un mucho olvidado. Queremos solo disfrutar y hacer la pascua a los demás. Encima eso, nos creemos que llevamos siempre la razón. Que hipócritas. Sino somos tontos y esa listeza nos hace perdernos en las profundidades del infierno.
Este empieza aquí en el mundo, y tenemos los ojos cerrados y no lo vemos, solo pensamos en disfrutar de las cosas buenas de la vida, la comida, el buen vestir, el viajar…Para esto tenemos que aprovecharnos de los demás, porque aquí estamos de paso y está mandado, que vivamos humildemente y que cuidemos de los demás.
Esto nos entra por un oído y nos sale por el otro, cosa que no deberíamos hacer, porque no hay nada más bonito que el ayudarnos los unos a los otros.
 El amor brujo nace del mal sentimiento que el demonio siembra en nuestro buen corazón de ser humano, que lo hace malo para su pareja y para sus semejantes en general.
Ten mucho cuidado de no ser tú el bruj@ que echa por alto a  su pareja y la deja en paños menores.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

lunes, 27 de agosto de 2018

LA BUENA GENTE


La buena gente la puedes encontrar en cualquier lugar del mundo. Ya puede ser blanca, negra, amarilla, india…Es como la mala yerba, crece sin regarla, en cualquier pais, continente, región o ciudad.
No se puede decir que los habitantes de algún pueblo, ciudad, región, país o continente es mala, porque en ese lugar puede haber malas personas, pero seguro, seguro que también las hay buenas. Lo mismo que las buenas se pueden volver malas, por las cosa de esta vida.
No se puede decir que la gente de una familia es mala, porque si algunos son malos, seguro que algun@ hay buen@. Hay familias de todas clases, gentes del más diverso parecer, pero en el fondo de su corazoncito, en el de tod@s, hay un buen sentimiento.
Si nos referimos a una persona en concreto, que puedo ser yo, habría que analizar toda mi vida, que he hecho de bueno y de malo, ponerlo todo en una balanza y ya veríamos hacia que lado se inclinaba.
Lo mismo que les pasa a las personas, les ocurre a los animales de todas las razas e incluso a las plantas. Somos seres vivos de un planeta, creado para bien, pero se cruzó el mal por delante y nos volvimos agridulces.
Yo creo que la mayoría de la gente es buena, pero el poder, el dinero, la envidia, el querer ser mejor que los demás (cosa que se vuelve al contrario) y muchas cosas más, nos cambia el chic y donde deberíamos decir si, decimos no y viceversa.
Que brillen con luz propia todas las personas buenas del mundo y las menos buenas. Que brillen también y construyamos un mundo mejor para nosotros y para las generaciones venideras.
Hombres y mujeres del mundo, juntemos todas nuestras fuerzas (que son muchas) y construyamos una vida mejor, sin rencores, para niños, gente adulta y ancianos. Que el dolor presente en nuestros cuerpos, no nos venza y triunfemos ante el mal.
Que el odio se disipe, la avaricia se rompa, la envidia se vuelva amor y vivamos felices en esta tierra.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

sábado, 25 de agosto de 2018

LOS CICLOS Y MOTCICLOS


Los ciclos son carruajes y bicicletas y los motociclos, son las motos, propiamente dichos. Los primeros contribuyen a reducir la contaminación y los segundos agilizan el tráfico rodado.
Bicicletas hay muchas en nuestra ciudad y con ellas hacen deporte las personas que las conducen. Carros hay pocos. Ya no se llevan, tan solo los coches de caballos para pasear a los turistas, que visitan nuestra ciudad. Para ellos este es un aliciente más, en el viaje a nuestra tierra.
Motos hay a montones. Son peligrosas para quien las conduce y para los peatones. Son sofisticadas y con el motor muy grande. Cuando un peatón cruza una calle ha de tener mucho cuidado con ellas.
No se ponen el casco de seguridad, montan a menores, para ellos no hay semáforos, muchos llevan el pie colgando, fuera de la moto (lo que es peligroso para ellos). Arrancan y parece que vuelan.
Son muy prácticas en verano, se va fresquito, se llega en un momento a los sitios y se aparca con facilidad. En invierno no son tan atractivas, porque hace frío, con el firme mojado, resbalan y van al suelo. Ya se sabe, en moto los paragolpes son los brazos las piernas y la cabeza. Todo cuidado es poco.
Por su motor pequeño, respecto de los coches, contaminan menos y son prácticas para desplazamiento cortos. Para viajes largos, son más incómodas, ya que no tiene respaldo  y su asiento es más incómodo que el de los coches.
Son los jóvenes los que más gustan de viajar en moto. Por muchas razones: son un aliciente para ellos, les gusta viajar a gran velocidad, es un medio de transporte barato, se sienten un poco más libres, les gusta conducirlas, hombres y mujeres, van toda mecha. Las mujeres son más prudentes.
Modernamente se han sacado motos de tres ruedas, una detrás y dos delante. A mí no me gustan. El piloto de moto gusta de disfrutar del equilibrio que tiene conduciendo esto cacharros, que bien llevados son un disfrute.
Ponte el casco, arranca tu moto y a correr millas por ahí.
JOSE´ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 24 de agosto de 2018

COCHES SIN CARNET


Hace diez o doce años, se empezaron a comercializar en España. Los llamados “coches sin carnet”. Son cochecitos pequeños, para dos ocupantes, que tienen un motor muy pequeño (49cc.) y la velocidad limitada a 40 KM. Por hora.
Son prácticos para personas, que por su edad (14 años) o por no tener opción a sacarse el carnet de conducir, ya que pueden tener un coche y viajar por la ciudad o por carretera convencional (no autovía). Tienen un pequeño maletero, por lo que se puede salir de compras con él.
Es una buena idea para los que, por un motivo u otro, no pueden acceder al carnet de conducir de coches. Este se conduce con el permiso de ciclomotores, que para chavales de catorce años en adelante y para personas que ya por su edad avanzada, no se pueden sacar el carnet de conducir.
Yo he conducido uno, y para el motor que tienen, está dotado de un sistema, que le da fuerzas suficientes, para llevar a dos personas adultas y algunas cosas en el maletero.
Lo han promocionado varias firmas y han tenido un éxito bastante aceptable en la sociedad española. No tienen velocidades. Solo marcha adelante, marcha atrás y punto muerto.
Los hay también en mini-furgoneta, con lo que se pueden transportar cosas de poco peso, pudiéndose ganar la vida con ellos
En cuanto a precio, son un poco caros, por la novedad, pero merece la pena tener un cochecito de estos, para viajar, hacer la compra, o como he dicho antes para ganarse la vida con ellos.
Su tecnología es avanzada y los hay incluso de gas-oil, con lo que además resultan económicos.
Es como conducir una moto, acelerar y frenar. Es lo más sencillo del mundo. Puedes llevar a la mujer, a la novia o a un amiguete acorrerte una juerga por ahí.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.