viernes, 29 de diciembre de 2017

LOS COCHES DEL FUTURO


Se conducirán casi solos. Es en presente y ya aparcan solos, tienen ordenador de viaje y un chorro de tonterías, que no sirven para nada, pero si cuestan bien la plata.

Si a eso añadimos que hay robot que lo hacen casi todo, podemos mandar al robot con el coche a hacer la compra y nosotros nos quedamos en casa viendo las tonterías que echan en el televisor, último modelo, curvado, que parece que estás dentro de él.

Parece cachondeo, pero, en parte, es cierto. Decide tú lo que es verdad y lo que no, porque yo no estoy muy informado de los últimos adelantos en tecnología, ya que no conduzco y apenas veo la tele.

Vamos a lo nuestro, los coches. Los hay para todos los gustos y bolsillos, pero valen caros, según, claro está, del dinero que tú dispongas, porque lo que es yo no me voy a comprar ninguno. Me voy a todos los sitios en autobús, que fue mi último trabajo y que lo hacía por vocación y por el dinero, claro está.

Coche y televisor van juntos. En la tele ponen los spot publicitarios de los coches, con todos sus adelantos y anunciándonos la felicidad inexistente, en todos sus modelos. En el coche tienes televisor, que no puedes ver porque tienes un accidente. Vamos, un lio que no hay quien lo entienda. ¿Lo entiendes tú?

No hay que esperar al futuro para tener un coche que, despliega sus alas y se convierte en volador. Una pasada, vamos. Si tienes pasta te puedes hacer con uno de ellos y si circulando en cualquier carretera, te encuentras un atasco, despliegas las alas del coche y te evitas estar un buen rato parado, donde te pueden entrar ganas de hacer pipí o caca y a ver como solucionamos el asunto, porque baño no tienen todavía.

Estoy deseando que inventen los autobuses voladores.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.  

jueves, 28 de diciembre de 2017

UN MATRIMONIO FELIZ


Es el que se entiende en todos los sentidos. Siempre hay cosas en las que no se está de acuerdo, pero hablando se llega a un entendimiento. Para ello, uno de los dos tiene que ceder un poco, pues ante cualquier problema, uno piensa que debe ser así y el otro que debe ser de otra manera.

En cualquier caso no vale precipitarse, hay que dialogar y dejar el tiempo pasar, para ver ambos si merece la pena discutir o si en el fondo se está de acuerdo con ciertos matices, que no deben enturbiar el agua clara que es un matrimonio feliz.

Para que tenga éxito una pareja hay que contárselo todo, creando así una confianza que ayuda a resolver los problemas. Lo más insignificante para uno, para el otro puede ser importante y, por tanto, le gusta que su pareja se lo cuente.

El matrimonio es la unión más perfecta entre dos personas. Se conocen, generalmente muy jóvenes, se hacen amigos y luego novios. Ya se casen por el rito de la Iglesia o por lo civil, para el caso es igual. Son una mujer y un hombre que han decidido vivir juntos sus vidas, tener hijos y compartirlo todo.

Puede que en un momento se enfaden o incluso dejen de hablarse por un tiempo, pero la fuerza del cariño, hará que los dos estén tranquilos, hasta que hagan las paces.

Todo el tiempo del mundo es poco para compartir. Se mimarán, acariciarán y se darán besos y abrazos, con la chispa del amor de por medio. Quiero decir que no es lo mismo darle un beso aun  a un amig@ que dárselo a tu pareja.

Los hijos son la chispa que enciende de lleno la luz de la pareja. Aunque den problemas, son los reyes de la casa y hacen que no aparezca la monotonía en la pareja, que es lo que hace que esta se rompa.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

UNA PERSONA AFORTUNADA


Es aquella que tiene muchos y buenos amigos, aunque sean unos mejores que otros. Que cuando necesite un favor, siempre encuentre quien se lo haga. Que cuando el favor sea muy grande, encuentre un amigo bueno que lo socorra gustosamente, pidiendo a cambio del favor solo lealtad en la amistad que ambos se profesan.

Dicen que el dinero no hace la felicidad, pero ayuda, por tanto nuestro protagonista, tendrá dinero para defenderse, ni mucho ni poco.

Una persona afortunada tiene pocos enemigos y a los que tiene no les hace ni puñetero caso, como si no existiesen, de forma tal que no enturbien el agua clara por la que navega feliz esta persona.

No tiene complejos. Se conforma con lo que la naturaleza le ha dado. No se siente ni gordo ni delgado, ni alto ni bajo, ni feo ni guapo. Se siente feliz tal cual es y le importa poco lo que los malos pensados, que siempre los hay, digan de él.

Parece que estoy describiendo a alguien perfecto y eso no existe. Lo que yo digo es que esta persona, se siente bien consigo mismo y con los demás.

No puede ser envidios@, ni mal pensado. Ha de ser sencillo y amante de la vida. No querrá que le veneren, ni le traten como a alguien especial.

Su sonrisa iluminará el mundo y rara vez dejará de hacer un favor, a quien sea, desinteresadamente.

Posiblemente haya sufrido en alguna época de su vida, pero hoy por hoy, de ríe de los peces de colores.

Puede ser un hombre o una mujer o varios amigos, que siempre se rigen por la verdad.

Que suerte si esa persona eres tú. Continúa tu caminar y no te desvíes de tu senda.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 26 de diciembre de 2017

BUS AYER, BUS HOY

El transporte de viajeros en Málaga empieza con los tranvías, que circulaban por el centro de la ciudad y hacia el Palo. Yo, por mi edad, no los he conocido. Asimismo tampoco he conocido los primeros autobuses, ni las líneas qué trayecto hacían.
Yo los conozco desde 1973, que es desde que vivo en esta ciudad. Me acuerdo que mi madre nos llevaba al médico a calle Sevilla. Los asientos eran de madera y valía unas cuantas pesetas subirse en él. Desde mi barriada iban solo hasta el puente de la Aurora.
Había menos líneas que ahora y su recorrido era más corto. Los únicos que tenían trayecto largo eran las líneas 15 y 31, que iban desde la alameda al PRYCA y desde Citesa hasta Santa Paula respectivamente. Los autobuses tenían cobrador y una sola puerta de entrada y otra de salida.
 No sé en qué año nació la EMT SAM, pero es donde yo he trabajado desde 1989. Contaba yo 28 años y mi historia en la empresa fue corta.
Ahora los buses tienen tres puertas, los asientos son más cómodos, son mucho más sofisticados y los Agentes Únicos están más preparados, física y psíquicamente. Son auténticos pilotos. También ganan más plata y los problemas que tienen que afrontar (como tráfico, viajeros, tiempo en hacer un recorrido dado…), son similares.
La mayoría de la plantilla, tanto conductores, mecánicos, electrónicos, inspectores y jefes son personas jóvenes y preparados.
Los antiguos buses eran de cambio manual e iban menos suavemente que los modernos que son de cambio automático.
Antes y ahora hacen un trabajo muy estimable y ahorran energía, sobre todo ahora con los eléctricos-híbridos, que funcionan eléctricamente.
Un abrazo muy fuerte para tod@s mis compañer@s.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

viernes, 22 de diciembre de 2017

SABIDURÍA

Es un don que poseemos todas las personas, hombres o mujeres de cualquier país o clase social. Desde un político o gran empresario hasta un trabajador o un simple mendigo.
El defecto más grande que tenemos tod@s es que nos creemos más que nadie, que sabemos sobre cualquier asunto que salga en una conversación más que el contrario o contrarios. Bien es verdad que no puede saber de leyes un campesino, sabrá un juez. Pero acaso el juez sabe del campo.
En una conversación cualquiera, todos queremos llevar la razón y tenemos algo que añadir a lo que dice el contertulio. Esto es un error y nos deberíamos morder la lengua y el contrario saldría engañado por él mismo.
Si lo piensa bien se dará cuenta de ello, diciendo para sí mismo: me he ensañado con aquella persona.
No obstante volverá a hacerlo una y otra vez, pero, por suerte, siempre habrá alguien más modesto, que dejará que se desahogue y se sienta prepotente. Esto hasta que llegue el día en que la persona creida reflexione y piense que lo que hace es el ridículo.
Esto tardará en ocurrir, pero el que habla con él no debe ser peor que él, sin ser tonto, hablarle claro y con educación para que, después de todo, no se sienta molesto.
En este asunto que estamos tratando, que no se ponen de acuerdo los contertulios, puede ocurrir que unos y otros piensen lo mismo, pero somos tan arrogantes que no somos capaces de decirle al contrario: “oye, pues sí, tienes la razón”.
Mal asunto este de querer decir siempre la última palabra o idea. Que conste que yo no me excluyo de estas personas creidas.
La persona sabia tenderá siempre a hablar poco y conciso.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

FIN DE SEMANA DE ÓRDAGO

Comenzó el pasado viernes, cuando cobré la paga extraordinaria de Navidad. Hice algunas compras, pagué lo que debía y di un piquillo a mi madre, que se puso muy contenta. Le regalé a mi hermano un desodorante. El sábado saqué más dinero del banco y me fui al C&A a comprarme ropa.
Me compré dos camisas, que ya me hacían falta y un pantalón de invierno, en otra tienda. Le regalé a mi madre un detergente para la lavadora. Dormí una siesta y me vine al restaurante El Jardín, donde me encuentro, a escribir un artículo.
Desde hace algún tiempo veníamos planeando Pepe García, Antonio Ruiz y yo, que nos íbamos a dar un homenaje, consistente en comer churros por la mañana y, al medio día, venirnos a comer aquí al Jardín. Yo vaticinaba que iba a salir bien y así ha sido.
De primero hemos tomado paella, de segundo, ellos, pinchitos con patatas y un huevo y yo merluza a la plancha. Después, el postre: arroz con leche Antonio, un flan Pepe y yo un plátano. Para redondear la comida, entre cigarrito y cigarrito, un buen café a gusto del consumidor.
Tanto ayer sábado como hoy domingo, le he dado dinero a mi madre, la que me ha besado con amor, porque este mes pasado hemos tenido carencia de dinero en casa
Yo tuve que pedir dinero prestado en tres sitios y luego, como no, a pagarlo.
Mi más sincero agradecimiento a las personas que me lo han dejado.
Entre ellas mi hermano Paco.
Todo esto para poder echar adelante un mes que ha sido especialmente duro económicamente.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

martes, 19 de diciembre de 2017

LOS NIÑOS DE LA GUERRA

Son reclutados  a la fuerza por los distintos países que están en guerra. Con tan solo siete u ocho años, les enseñan a manejar una mortífera arma y a matar con ella, a los que aquellos soldados consideran enemigos.
Esto ocurre porque no hay hombres suficientes para hacer la guerra al enemigo, porque los han matado los contrarios.
No tienen escrúpulos esas gentes que mandan a disparar y matar a otros hombres o niños, que les hacen frente en las mismas horribles condiciones.
Si quieren hacer la guerra, que la hagan ellos y dejen a esos pobres niños, que lo único que saben hacer es disparar, con sofisticadas armas y matar al “enemigo”, en lugar de ir a la escuela y aprender a leer y escribir y formarse para ser hombres de provecho.
Lo mismo que matan, son abatidos por su “enemigo”, que puede ser otro niño de corte edad que, manso, obedece las órdenes de sus jefes, que no tienen conciencia.
Seguramente los engañan prometiéndoles una vida mejor si ganan la guerra y si mueren, les dirán que alá los recibirá en el cielo como grandes guerreros, dignos de la gloria.
Ni existe la gloria que les prometen, ni su dios, alá u otro los va a recibir en ninguna gloria. Ni los que dicen estas cosas saben lo que están diciendo.
Yo no me meto en creencias religiosas. Cada cual puede creer lo que quiera, pero que no engañen a esas pobres criaturillas de esa forma tan despiadada.
Todos estos conflictos los crean los dirigentes de esos países, que quieren tener más y más poder y riqueza a costa de estos inocentes niños, que matan sin saber el pecado que cometen.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.