miércoles, 27 de diciembre de 2017

UNA PERSONA AFORTUNADA


Es aquella que tiene muchos y buenos amigos, aunque sean unos mejores que otros. Que cuando necesite un favor, siempre encuentre quien se lo haga. Que cuando el favor sea muy grande, encuentre un amigo bueno que lo socorra gustosamente, pidiendo a cambio del favor solo lealtad en la amistad que ambos se profesan.

Dicen que el dinero no hace la felicidad, pero ayuda, por tanto nuestro protagonista, tendrá dinero para defenderse, ni mucho ni poco.

Una persona afortunada tiene pocos enemigos y a los que tiene no les hace ni puñetero caso, como si no existiesen, de forma tal que no enturbien el agua clara por la que navega feliz esta persona.

No tiene complejos. Se conforma con lo que la naturaleza le ha dado. No se siente ni gordo ni delgado, ni alto ni bajo, ni feo ni guapo. Se siente feliz tal cual es y le importa poco lo que los malos pensados, que siempre los hay, digan de él.

Parece que estoy describiendo a alguien perfecto y eso no existe. Lo que yo digo es que esta persona, se siente bien consigo mismo y con los demás.

No puede ser envidios@, ni mal pensado. Ha de ser sencillo y amante de la vida. No querrá que le veneren, ni le traten como a alguien especial.

Su sonrisa iluminará el mundo y rara vez dejará de hacer un favor, a quien sea, desinteresadamente.

Posiblemente haya sufrido en alguna época de su vida, pero hoy por hoy, de ríe de los peces de colores.

Puede ser un hombre o una mujer o varios amigos, que siempre se rigen por la verdad.

Que suerte si esa persona eres tú. Continúa tu caminar y no te desvíes de tu senda.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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