miércoles, 20 de diciembre de 2017

FIN DE SEMANA DE ÓRDAGO

Comenzó el pasado viernes, cuando cobré la paga extraordinaria de Navidad. Hice algunas compras, pagué lo que debía y di un piquillo a mi madre, que se puso muy contenta. Le regalé a mi hermano un desodorante. El sábado saqué más dinero del banco y me fui al C&A a comprarme ropa.
Me compré dos camisas, que ya me hacían falta y un pantalón de invierno, en otra tienda. Le regalé a mi madre un detergente para la lavadora. Dormí una siesta y me vine al restaurante El Jardín, donde me encuentro, a escribir un artículo.
Desde hace algún tiempo veníamos planeando Pepe García, Antonio Ruiz y yo, que nos íbamos a dar un homenaje, consistente en comer churros por la mañana y, al medio día, venirnos a comer aquí al Jardín. Yo vaticinaba que iba a salir bien y así ha sido.
De primero hemos tomado paella, de segundo, ellos, pinchitos con patatas y un huevo y yo merluza a la plancha. Después, el postre: arroz con leche Antonio, un flan Pepe y yo un plátano. Para redondear la comida, entre cigarrito y cigarrito, un buen café a gusto del consumidor.
Tanto ayer sábado como hoy domingo, le he dado dinero a mi madre, la que me ha besado con amor, porque este mes pasado hemos tenido carencia de dinero en casa
Yo tuve que pedir dinero prestado en tres sitios y luego, como no, a pagarlo.
Mi más sincero agradecimiento a las personas que me lo han dejado.
Entre ellas mi hermano Paco.
Todo esto para poder echar adelante un mes que ha sido especialmente duro económicamente.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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